El músico británico Rod Stewart, quien ha vendido más de 150 millones de copias en todo el mundo, hizo una peculiar confesión al declarar que abusó de los esteroides y que esto le ha traído problemas en su hombría.
Puntos clave
“Me descuidé mucho durante los tours finales de los 80, cuando era adicto a los esteroides. En esos días no teníamos monitores de oído y la banda tocaba cada vez más fuerte y más borrachos, y yo me acababa la voz”, explicó el intérprete de “Maggie May” a la revista Mojo.
“Los esteroides bajan la inflamación de cualquier membrana, incluido tu pene, y es lo que haces cuando tienes un poco de apuro y necesitas hacer un show y no puedes cantar”, agregó.
Desafortunadamente usar este tipo de drogas trajo en el artista consecuencias en su masculinidad. “Una noche, en el escenario Sheffield, pensé que estaba en una cocina con mi mamá porque los esteroides habían hecho un agujero en mi estómago. Estaba sangrando internamente y alucinando. ¿Qué habrá pensado la audiencia?”, cuestionó.
Sin embargo, ante los daños en su organismo, el músico no ha aprendido la lección y aún sigue consumiendo este tipo de drogas.
“Te ayudan a sacar el show adelante, pero pagas por ello. No puedes cantar por una semana después de eso”, agregó.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Abuso de Drogas, el consumo excesivo de esteroides puede llevar a problemas graves e incluso irreversibles a la salud. Entre ellos, los más peligrosos son los daños a los riñones o insuficiencia renal, daño al hígado y problemas cardiovasculares, incluyendo agrandamiento del corazón, presión arterial alta y cambios en el colesterol que conducen un mayor riesgo de un ataque cerebrovascular o al corazón (incluso en personas jóvenes).
No por nada el mismo Rod Stewart las llama “las drogas más horribles del mundo”.