De acuerdo con el portal español abc.es el artista Robert Pattinson iba de salida de un centro nocturno cuando se encontró con un grupo de paparazzi. Entre ellos estaba uno de los empleados del lugar, a quien el británico confundió con otro fotógrafo y le dio un manotazo en la cara.
Puntos clave
Tras ser agredido el trabajador cayó al suelo, y aunque Pattinson se dio cuenta del grave error que había cometido, no hizo nada para reparar su daño, lo que le hizo acreedor de abucheos de parte de la gente presente.
Cada vez son más las celebridades que han manifestado su hartazgo hacia los paparazzi. Algunos artistas, como Halle Berry se han mostrado en contra de que los fotógrafos capten a sus hijos, ya que los exponen notablemente.
Es por esto que hay un proyecto de ley que considera como un hostigamiento las imágenes y los videos de menores obtenidos sin el acuerdo de los padres.
El 14 de agosto, tanto Berry como la actriz Jennifer Garner testificaron ante una comisión del estado de California para defender esta iniciativa. “Nosotras no somos sólo celebridades que se quejan. Somos madres que intentamos proteger a nuestros hijos”, expuso Berry en aquella ocasión.
“Les pido que presten atención (a este tema) en su condición de padres”, pidió Garner, la esposa de Ben Affleck, a los integrantes de la comisión: “¿Lo harían por sus hijos?”.
Por su parte, los medios de comunicación estadounidenses y los paparazzi se han manifestado en contra de este plan, al que tachan de limitar el derecho de la información.
En alguna ocasión la protagonista de “Catwoman” afirmó que su hija tenía miedo de ir a la escuela por temor a encontrarse con los fotógrafos.
Cabe mencionar que Berry, a sus 46 años, es madre de una pequeña y está embarazada de otro, mientras que Garner, de 41, tiene tres hijos con Ben Affleck.
Con frecuencia las personas restan importancia a la intimidación entre los niños y la consideran como una parte normal del crecimiento. Pero la intimidación es dañina. De acuerdo con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) puede conducir a que los niños y los adolescentes se sientan tensos y asustados. Puede llevarlos a evitar ir a la escuela.
En los casos más severos, los adolescentes intimidados pueden sentir la necesidad de tomar medidas drásticas o reaccionar con violencia. Otros llegan hasta pensar en el suicidio. Para algunos, los efectos de la intimidación duran toda la vida.