Bien dicen que en el amor no hay reglas y que todo se vale, aún cuando la experiencia sea un poco tormentosa. Tal es el caso de la cantante pop Rihanna, quien a pesar de haber vivido uno de los capítulos más tormentosos de su vida junto a su ex pareja Chris Brown aún conserva una buena relación con él.
De hecho, ha sido el mismo Brown, quien confirmó este vínculo, el cual no ha interferido en su romance con la modelo Karrueche Tran, según el afirma.
“Todavía somos amigos. No es nada serio. No estamos intentando comenzar de nuevo una vida juntos ni nada por el estilo. Solo nos estamos divirtiendo”, comentó en una entrevista que concedió al programa Entertainment Tonight.
Cabe recordar que en 2009, previo a la ceremonia de premiación de los Grammy, el rapero le propinó una fuerte golpiza a Rihanna que seguramente jamás olvidará. En las imágenes que más tarde fueron difundidas se ve a la cantante con varios moretones en la cara y con un semblante entristecido.
Y a pesar del fuerte carácter de Brown, que incluso, le ha valido para estar en terapia para manejo de ira e ingresar a prisión, la artista decidió darle una segunda oportunidad en 2013, de la cual nada prosperó.
Ante el pasado destructivo de ambos, los fans se cuestionan por qué Rihanna simplemente no puede cortar de tajo el vínculo que hay con él a pesar de los daños que sufrió.
La Fundación Nemours explica que una relación destructiva se caracteriza por la presencia de agresión emocional, psicológica y física que conlleva el menosprecio de la persona afectada. Uno de los ingredientes principales es la agresividad, la cual puede ser por medio de una acción o por omisión.
Muchas personas se encuentran en este tipo de situaciones debido a que desde pequeños, en sus familias vieron repetidamente el abuso y es algo que les parece “normal”. Al notar que sus padres, los seres que deberían darles protección han estado ausentes, ellos suelen permanecer en este círculo vicioso, considera el Dr. Ernesto Lammoglia en su libro: “El triángulo del dolor".
Otro punto a revisar sería un problema de dependencia que ocurre en gran parte de las relaciones. Y aunque algunos lo vean como algo inofensivo, el depender de otra persona demasiado para satisfacer las necesidades físicas y mentales, es considerado como una afección de salud mental, de acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina.
La baja autoestima es otra de las razones por las que no se quiere abandonar una relación. Muchas de estas personas consideran que no merecen un trato mejor debido a que no tienen valor alguno para hallar a una persona que las valore y las quiera. Además abunda en ellos un sentimiento de soledad, miedo o abandono.
De acuerdo con Lammoglia en su libro ya mencionado, una persona adicta a las relaciones destructivas puede encontrar muy cómodo quedarse en un ciclo que consta de 9 pasos: me golpea, lloro, se arrepiente, pide perdón, me compra cosas, me aguanto un poco, me seduce o lo seduzco, espero la agresión siguiente, me pega e inicia el proceso.
¿Cómo lo supero?
El primer paso será admitir que te encuentras en una relación destructiva. Posteriormente tendrás que cortar la relación. Después, la Fundación Nemours sugiere pedir ayuda de expertos para dar el siguiente paso que es aplicar lo aprendido y cuando haya sanado lo mejor sería compartir y ayudar a otras personas.
