A dos semanas de la muerte del cantante Prince, el 21 de abril de 2016, el desconsuelo de los fans sigue igual de latente y la ausencia del músico se hace notar. Sin embargo, aún no hay exactitud en cuanto a información que conduzca a las causas de su muerte.
Por ahora, tanto la Oficina del Fiscal de EU y la Agencia de Control de Drogas (DEA) se encuentran trabajando en conjunto con investigadores del Condado de Carver con el fin de explicar el posible uso de algunos medicamentos por parte del intérprete de “Purple Rain” días antes de morir.
De acuerdo con fuentes policiales, se hallaron fármacos opiáceos en la residencia del músico de 57 años en Minnesota, sin embargo, no se encontraron recetas válidas para ellos.
Debido a esto los investigadores federales buscan determinar si hubo alguien en el círculo íntimo del cantante que le ayudó a obtener los medicamentos.
Y es que, mientras se obtienen los resultados de la autopsia practicada al cantante el 22 de abril, existen varias conjeturas y teorías sobre el deceso del cantante, entre ellos se reaviva el debate sobre el consumo de los opioides.
De acuerdo con el Instituto Nacional de Abuso de Drogas, los opioides son medicamentos que alivian el dolor, reducen la intensidad de las señales de dolor que llegan al cerebro y afectan las áreas del cerebro que controlan las emociones, lo que disminuye los efectos de un estímulo doloroso.
Debido a que su uso también puede causar una respuesta eufórica y otros efectos similares, existe el riesgo que el paciente caiga en una adicción peligrosa. Según dicho instituto, en 2007 el número de muertes por sobredosis de opioides de prescripción superó el número total de muertes por heroína y cocaína.
En el caso de Prince, en 2009 le fue prescrita Percocet a causa de una lesión en la cadera. Se trata de un medicamento que se emplea como analgésico y que según fuentes cercanas al compositor, consumía de manera regular, según el portal TMZ.
Dicho medicamento habría sido responsable, que una semana antes de morir, ingresara de urgencia a un hospital de Illionis por una posible sobredosis y no por influenza como en un principio de manejó, agregó el mismo medio.
En tanto, también se dio a conocer que el equipo de Prince buscó la ayuda del Dr. Howard Kornfeld, un especialista en adicción a los opiáceos, justo un día antes del deceso del artista.
Debido a que Howard se le complicaba trasladarse de California a Minnesota, mandó a su hijo Andrew, al complejo de Paisley Park, pero al parecer ya era demasiado tarde. Él mismo se encargó de llamar al 911 la mañana del 21 de abril para reportar que Prince estaba inconsciente.
Esta no habría sido la primer llamada que salía de la casa de Prince pidiendo ayuda médica. La Oficina del Condado de Carver encontró que desde 2013 al día de su muerte, se marcaron cuatro veces a la línea de emergencias, por causas probablemente similares.
Al parecer, la posible adicción de cantante a estos medicamentos no era un secreto a voces, al menos para su familia. El abogado de dos de los fallecidos hermanos del artista Duane y Lorna Nelson, Michael Padden, reveló que Prince tomaba drogas de manera frecuente como vía recreacional y para lidiar con la presión de sus presentaciones.
Por ahora las autoridades siguen trabajando con el fin de mostrar una versión completa sobre la muerte del intérprete.
El cantante Prince Rogers Nelson, mejor conocido como Prince, fue encontrado sin vida la mañana del jueves 21 de abril en su domicilio de Paisley Park, en Minnesota. Tenía 57 años.
Durante las primeras horas de la mañana se recibieron reportes sobre un deceso en el estudio del cantante en el condado de Carver. Luego que el equipo forense arribó al lugar se confirmó de que se trataba del músico estadounidense.
Esta historia será actualizada con la última información sobre la muerte de Prince a medida que se vayan conociendo más detalles del reporte policial y médico.