Uno de los hitos que revelaron el potencial del género para diseminar mensajes de salud fue el impacto que tuvo la temática del cáncer de seno en la telenovela “Cristal” (1986), lo que provocó, según cuenta un artículo publicado en la revista “Perspectivas de Salud”, de la Organización Panamericana de la Salud, una catarata de consultas médicas en cada lugar en donde la novela se emitió.
Antes, hacia 1975, el productor mexicano Miguel Sabido produjo para Televisa las llamadas “telenovelas pro desarrollo” que buscaban combinar el entretenimiento con propósitos educativos. Una de ellas, “Caminemos”, promovía la responsabilidad sexual entre adolescentes.
Puntos clave
“Es que el poder de identificación de la audiencia con los personajes es tan potente que el efecto que provoca el mensaje es muy positivo”, explica la experta en telenovelas Nora Mazziotti. Y agrega que las tramas que incorporan temas de salud siempre atraen, no hay historia que no tenga una situación médica, hospitalaria, y hay que aprovechar el enorme canal de comunicación que abren con el público.
En México, Argentina, Brasil, Colombia, al principio los mensajes eran básicos y, en general, los que se enfermaban eran los malos, como en el caso de la infección por VIH en la argentina “Celeste” (1991). Pero luego, las nuevas generaciones de guionistas rompieron cánones y se adentraron en temas más controversiales como el aborto o la adicción a las drogas.
Algunos de los ejemplos de novelas que incorporaron con éxito mensajes de salud son:
- “Acompáñame” (1977). La telenovela planteó a lo largo de nueve meses el tema de la planificación familiar y, en ese lapso, el Consejo Nacional de Población de México registró, entre otros, que: los llamados aumentaron de 0 a 500 y muchas personas referían a la telenovela; cerca de 560.000 mujeres se inscribieron para participar en programas de planificación familiar y la venta de anticonceptivos trepó de un 7 a un 23 por ciento en ese año.
- “Lazos de sangre” (2000). El personaje de Camila padecía leucemia y, en el clímax de la historia, cuando ya necesitaba un trasplante, el Registro Nacional de Donantes de Médula Ósea de Brasil pasó de tener 20 inscripciones mensuales a sumar 900.
- “El Clon” (2001). El personaje de Mel era adicta a las drogas y la cadena TV Globo decidió intercalar las escenas de Mel con testimonios reales de jóvenes adictos. Las llamadas a programas contra el abuso de drogas aumentaron un 570 por ciento durante la emisión de la novela.
- “Entre el amor y el odio” (2002). En esta producción de Televisa, el persona de José Alfredo quedaba postrado en una silla de ruedas a causa de un accidente. Sin embargo, superó terribles retos: comenzó a jugar al básquet, tuvo su propia zapatería y encontró un buen amor. José Alfredo fue ejemplo para millones con capacidades diferentes.
Hoy en día, expertos en salud y productores trabajan juntos para promover los temas de salud en las telenovelas. Y la alianza es tan fuerte que hasta los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades se unieron con los Institutos Nacionales de Salud y el Normal Lear Center de la Universidad del Sur de California para crear el programa “Hollywood, Health & Society” que estudia, entre otras cosas, el vínculo entre las telenovelas y los mensajes de salud.