La anemia, de acuerdo con el Instituto Nacional de la Sangre, los Pulmones y el Corazón, es un trastorno de la sangre y se presenta si el organismo produce muy pocos glóbulos rojos o si pierde demasiados. Los glóbulos contienen hemoglobina, una proteína que transporta oxígeno por todo el cuerpo.
Puntos clave
Cuando una persona no tiene suficientes glóbulos rojos o la cantidad de hemoglobina que tiene en la sangre es baja, el organismo no recibe todo el oxígeno que necesita.
El que el jugador tenga anemia puede afectar su desempeño en el terreno de juego puesto que la falta de hemoglobina suele ocasionar cansancio, agotamiento o falta de aire en el esfuerzo. Es por esto que ya está siendo tratado con dieta y complementos vitamínicos.
Muchos tipos de anemia pueden ser leves, de larga duración e incluso potencialmente mortales si no se diagnostican y se tratan. Si una persona muestra signos de anemia debe ir al médico para averiguar si tiene este problema de salud.
El problema que presenta el futbolista del Barcelona puede deberse a tres causas principalmente: pérdida de sangre, falta de producción de glóbulos rojos o aumento en la velocidad de destrucción de los glóbulos rojos.
La pérdida de sangre es la causa más frecuente de la anemia, particularmente en el caso de la anemia por deficiencia de hierro. Estos bajos niveles pueden ser de corta duración o persistir durante un tiempo.
Los períodos menstruales abundantes y el sangrado de los aparatos digestivo o urinario pueden causar pérdida de sangre, así como la cirugía, los traumatismos y el cáncer.
Por otro lado, existen situaciones de salud y factores adquiridos y hereditarios que pueden impedirle al cuerpo producir suficientes glóbulos rojos. Un problema de salud adquirido no se presenta desde el nacimiento, sino más adelante. Un problema “hereditario” se presenta porque los padres le transmiten al hijo el gen o material genético asociado con el problema o situación de salud.
La forma de alimentarse juega un papel muy importante en la prevención de esta afección, ya que la deficiencia de hierro, ácido fólico o vitamina B12 puede impedirle al cuerpo producir suficientes glóbulos rojos. Además, el organismo también necesita pequeñas cantidades de vitamina C, riboflavina y cobre para producir glóbulos rojos.
Se necesita también de la hormona eritropoyetina para producir glóbulos rojos; esta hormona estimula la médula ósea para que produzca estas células, pero si hay bajas concentraciones también pueden provocar este mal.
La anemia es una enfermedad frecuente que puede presentarse a cualquier edad y en todos los grupos raciales y étnicos; tanto hombres como mujeres pueden tenerla, pero existe una mayor probabilidad de que las mujeres en edad de procrear corran mayor riesgo debido a que pierden sangre durante la menstruación.
Entre los principales factores de riesgo se encuentran:
- Una dieta pobre en hierro, vitaminas o minerales
- Pérdida de sangre por cirugía o lesión
- Enfermedades prolongadas o graves, como enfermedad renal, cáncer, diabetes, artritis reumatoide, infección por el VIH, enfermedades intestinales inflamatorias, enfermedad hepática, insuficiencia cardiaca y enfermedades de la tiroides.
- Infecciones prolongadas
- Antecedentes familiares de anemia hereditaria
Algunos de los síntomas incluyen dificultad para respirar, mareo, dolor de cabeza, frío en las manos y los pies, palidez y dolor en el pecho. Estos signos pueden presentarse porque el corazón tiene que trabajar más para bombear sangre rica en el oxígeno por el cuerpo.
Tener anemia puede traer consigo otros problemas a la salud como arritmias (problemas del ritmo de los latidos del corazón), lesiones del corazón y hasta insuficiencia cardiaca.
Además, puede ocasionar problemas a otros órganos del cuerpo porque la sangre no les puede llevar suficiente oxígeno. Si un paciente con cáncer o VIH tiene anemia, puede debilitarse más.
¿Cómo se trata?
El tratamiento depende del tipo, causa y gravedad de la enfermedad. Éstos pueden consistir en cambios en la alimentación, suplementos nutricionales, medicinas, intervenciones o cirugía para el tratamiento de la pérdida de sangre.
El objetivo del tratamiento es aumentar la cantidad de oxígeno que la sangre puede transportar. Para aumentar las concentraciones bajas de vitaminas o hierro es posible que el médico sugiera realizar cambios en la alimentación y que toma vitaminas o suplementos con hierro. Los suplementos más usados en estos casos con la vitamina B12 y el ácido fólico. En ocasiones se receta la vitamina C para ayudar al cuerpo a absorber el hierro.
Existen alimentos que pueden ayudar contra esta afección como las carnes rojas, carne de res, hígado, al igual que el pollo, carne de cerdo, pescados y mariscos. Otros productos que son buenas fuentes de hierro son las espinacas y otras hortalizas de color verde oscuro; el tofu o queso de soya; guisantes, lentejas, frijoles de soya, garbanzos y frijoles blancos o rojos; frutas secas; jugo de ciruela pasa, cereales y panes enriquecidos en hierro.
Una recomendación a la hora de comprar un producto es revisar la etiqueta de información nutricional de un alimento para ver cuánto hierro contiene.
Con información del Instituto Nacional de la Sangre, los Pulmones y el Corazón.