Con el embarazo, el cuerpo de la mujer cambia varias veces de forma y tamaño y hasta puede suceder que no logre prenderse un pantalón que usó el día anterior. La ropa ajustada puede presionar ciertas partes del cuerpo, y en ocasiones se teme por la salud de la embarazada o el bebé.
El portal The Bump.com advierte que el bebé no corre peligro, pero la futura mamá sí puede sentir algunas molestias. Aunque sugiere que la mayoría de las embarazadas prefiere usar ropa cómoda que andar apretadas. 
El uso de ropa muy ajustada en la zona del abdomen o la cintura puede llegar a provocar acidez. Esto ocurre al ejercer presión en la zona del estómago, desplazando su contenido hacia arriba. Durante el embarazo la digestión se hace más lenta y son habituales el reflujo y la acidez, por eso el uso de prendas apretadas pueden intensificar el cuadro.
La Asociación Estadounidense del Embarazo (American Pregnancy Association) advierte que la ropa interior ajustada crea el ambiente perfecto para la proliferación de bacterias, y se puede llegar a convertir en una infección.
A su vez el uso de prendas ajustadas puede causar dolor en el abdomen, el pecho y los brazos. Y si se utiliza un sostén demasiado apretado puede molestar en la zona de los senos, axilas o espalda. Y también hacer más lenta la circulación, en especial durante el embarazo.
La Asociacion Estadounidense del Embarazo explica que durante el embarazo el cuerpo produce un 50% más de sangre y fluidos corporales necesarios para el desarrollo del bebe. Por eso aconseja no estar parada durante mucho tiempo, usar calzado cómodo, medias de descanso, ropa apretada en especial alrededor de tobillos y muñecas,
En este período, los vasos sanguíneos de la mujer se expanden y se preparan para recibir un mayor volumen de sangre, que desarrollará su cuerpo para abastecer la placenta y el bebé. Y las prendas ajustadas en las extremidades pueden interferir con la libre circulación de la sangre y crear un entumecimiento o sensación de hormigueo.
El portal Pregnancy.org aconseja a las embarazadas el uso de prendas suaves, cómodas y elásticas, preferentemente de tejidos de algodón, modal o bambú. Evitar las telas que no se arrugan y las que no dejan respirar a la piel, para evitar sofocos, picazón o reacciones alérgicas.
