Luego del concierto que ofreció en Sao Paulo, Brasil el sábado 2 de noviembre, donde fue golpeado con una botella que un espectador le lanzó, Justin Bieber tomó un jet privado para trasladarse a Río de Janeiro, donde acudió al club de strippers Centauros.
Después de tres horas de permanecer en el lugar, el intérprete de “Boyfriend” salió acompañado de varias mujeres y cubierto con una tela para pasar desapercibido.
Puntos clave
- El cantante canadiense fue sorprendido en un burdel de Brasil.
- Al salir del lugar estuvo acompañado de muchas chicas.
- Parte de su comportamiento se debería a la genética.
Posteriormente las chicas entraron a una camioneta que siguió el auto donde iba a bordo Bieber. Ambos vehículos llegaron a una mansión en el área de Barra de Tijuca, luego que les negaran el acceso en varios hoteles.
Este no es el primer escándalo que protagoniza el canadiense. En otra ocasión fue sorprendido consumiendo mariguana en compañía de otros amigos. Y es que a su corta edad, 19 años, no sabemos hasta dónde va a parar.
Sin embargo, por el lado de la ciencia, podría haber una explicación para su comportamiento. Según un trabajo publicado en la revista Science de julio de 2013 se encontró que la rebeldía de muchos jóvenes se debe a una reforma especial en el cerebro.
En la investigación se encontró cómo la región más evolucionada del cerebro, la corteza prefrontal, encargada de las funciones intelectuales, la conducta dirigida a los objetivos y la adquisición de nuevos conocimientos sufre modificaciones en el ADN de manera muy selectiva y dinámica desde el desarrollo fetal hasta el final de la adolescencia, lo que daría pie a futuros problemas psiquiátricos.
Estas modificaciones se les conocen como “epigenéticas” ya que no cambian la información genética que es heredada de nuestros padres, pero determina cómo se manifestará, a través de marcas químicas que señalan que genes se activarán y cuales no.
Uno de estos mecanismos genéticos epigenéticos es la mutilación del ADN que tiene lugar en las células del organismo pero que en las neuronas se lleva de una manera especial.
Este mecanismo, según Manel Esteller, director del programa de Epigenética y Biología del Cáncer del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Bellvitge, puede tener que ver con la parte más rebelde de muchos jóvenes porque coincide con el momento en que están acabando de fijar los patrones de expresión génica.
Ante esto, parte del comportamiento del canadiense podría quedar justificada ante la ciencia, pero la impresión que ha dado ante la sociedad y sus fans, ha dejado mucho que desear.