Bruce Willis, el actor de la saga de Duro de Matar y Asesino fue diagnosticado con demencia fronto temporal.
En un comunicado, la familia del actor, de 67 años, dijo que “hoy no existen tratamientos para la enfermedad, una realidad que esperamos pueda cambiar en los próximos años. A medida que avanza la condición de Bruce, esperamos que la atención de los medios pueda enfocarse en arrojar luz sobre esta enfermedad que necesita mucha más conciencia e investigación”.
En 2022, se había conocido un diagnóstico de afasia.
“Bruce siempre creyó en usar su voz en el mundo para ayudar a otros y crear conciencia sobre temas importantes tanto en público como en privado”, dijo su familia en la nueva declaración.
“Sabemos en nuestros corazones que, si pudiera hoy, querría responder atrayendo la atención mundial y una conexión con aquellos que también están lidiando con esta enfermedad debilitante y cómo afecta a tantas personas y sus familias”.
Qué es la demencia
La demencia no es una enfermedad en sí, sino un conjunto de síntomas con los que se designa a distintos trastornos que afectan al cerebro, entre ellos el Alzheimer. De hecho, el diagnóstico de demencia más común.
En el caso de la demencia diagnosticada a Willis, la fronto temporal, afecta principalmente el comportamiento, la conducta y el habla.
En los Estados Unidos, casi 6 millones de personas viven con Alzheimer, y se pronostica que la cifra se elevará a 15 millones para 2050.
El aumento en la esperanza de vida también acarrea condiciones que ahora deben cuidarse a largo plazo. Esto genera un astronómico gasto en salud: $277 millones, solo en 2018. En Latinoamérica y el Caribe se estima que cerca de 7 millones de personas desarrollarán demencia para 2030.
Diagnósticos tempranos que permitan predecir la condición y desacelerar el deterioro cognitivo modificarían gran parte de esa cifra. El deterioro cognitivo ocurre cuando una persona tiene problemas para recordar, aprender, concentrarse o tomar decisiones que afectan su vida cotidiana.
Los adultos mayores, especialmente las mujeres, los hispanos y los afroamericanos que experimentan síntomas de pérdida de memoria, deben someterse a una evaluación por parte de su proveedor de atención médica.
Hacer esto temprano puede ayudar a concentrar los esfuerzos en la atención oportuna de los pacientes y sus cuidadores. También brinda la oportunidad de descartar otras posibles razones de la pérdida de memoria, como los efectos secundarios de los medicamentos, el estrés o las deficiencias de vitaminas.
Los científicos ya tienen una lista de biomarcadores que señalan hacia la puerta de la demencia. Por ejemplo, cambios en el tamaño y la función del cerebro y sus partes, así como los niveles de ciertas proteínas que se pueden ver en las exploraciones cerebrales, en el líquido cefalorraquídeo y en la sangre.
Las personas con enfermedad de Alzheimer, por ejemplo, tienen niveles anormalmente altos de placas compuestas de beta-amiloides, y nudos de proteína tau. Todas éstas son sustancias que, en cantidades normales, ayudan a que el cerebro funcione bien.