Avril Lavigne declaró a la revista People que desde hace un año se siente mal y que en un momento le costó mucho cumplir con sus compromisos y hasta estuvo retirada de los escenarios. Pero por más que vio a varios doctores, ninguno le daba un diagnóstico ni le recomendaba un tratamiento específico, sólo le recetaban algo para aliviar sus síntomas.
Cuando festejó su cumpleaños en Las Vegas con unas amigas, en octubre de 2014, tuvo que hacer reposo en medio de la fiesta. “Casi no podía comer y cuando fuimos a la piscina, tuve que irme a acostar. Mis amigas se preguntaban qué me pasaba, pero yo no sabía”, señaló.
Avril se sentía cansada, falta de energía, con sueño. Y después de andar de aquí para allá en consultas médicas, recién ahora le diagnosticaron la enfermedad de Lyme, al igual que Thalía, quien la padece desde hace unos años. Ella cree que se infectó la pasada primavera después de ser picada por una garrapata, al pasar momentos al aire libre.
“No pensé que un insecto podría causar algo así. Estuve en cama por 5 meses. Sentía que no podía respirar, ni hablar, ni moverme. Llegué a creer que moríría. Hubo muchas veces que no me duché por una semana porque no me podía parar” dijo la cantante.
En esos meses lejos de los escenarios, ella se mantuvo en contacto con sus fans a través de las redes sociales, y siendo cuidada por su familia en Ontario, Canadá.
Siguiendo los consejos médicos para recuperarse pronto, la artista cambió su dieta y trata de ejercitarse a diario, y lo está logrando porque acaba de lanzar “Fly” un disco que la devuelve a la música. “Ahora quiero disfrutar mi vida a plenitud”, expresó Avril en People.
Más de la enfermedad de Lyme
Es la enfermedad transmitida por las garrapatas que se reporta con más frecuencia en el país. En 2010, se notificaron 28,921 casos y 7,500 casos probables de la enfermedad de Lyme a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
Se transmite a los seres humanos por la picadura de la garrapata de patas negras (también conocida como la de venado, en el este de EE.UU.) y la garrapata de patas negras del oeste, infectadas con la bacteria Borrelia burgdorferi, que normalmente vive en ratones, ardillas y otros mamíferos pequeños.
