Hace un par de años comenzó el boom de los productos dentales a base de carbón activado para blanquear los dientes. Lejos de disminuir, el furor ha ido en aumento.
Youtubers, bloggers y usuarios de redes sociales comparten constantemente sus experiencias al usar crema dental a base de carbón activado o polvo de carbón para blanquear los dientes (si revisas los hashtags #charcoaltoothpaste o #activatedcharcoalpowder puedes darte una idea). Sean de Estados Unidos, México, Perú o Argentina, los consumidores aseguran que, además de dejar su sonrisa brillante, esta es una alternativa más natural y segura que usar productos convencionales.
Recientemente el Wall Street Journal publicó una nota sobre esta práctica en la cual explicaban que en 2017 se introdujeron en el mercado estadounidense 131 productos alimenticios, bebidas y de cuidado personal que contienen carbón, 39% más que hace dos años. Es tal la pasión por el carbón activado que podemos encontrar cepillos de dientes o hilo dental con la sustancia y también las grandes marcas se han sumado a la tendencia: Procter & Gamble lanzará una pasta dental de carbón en febrero de 2019.
¿Qué es el carbón activado?
El carbón activado realmente está hecho de materiales triturados, como conchas de coco, madera y huesos de aceitunas, y carbón común. De acuerdo a la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., esa mezcla se calienta en presencia de un gas que hace que el carbón se haga poroso y esos poros sirven como filtros que atrapan sustancias químicas.
Hasta ahora, el carbón activado se usa para tratar envenenamientos, pues, al parecer, su capacidad de filtrar productos químicos puede detener ciertas intoxicaciones, cuando se usa como parte del tratamiento estándar. Sin embargo, quienes lo comercializan en productos para la salud dental alegan que esa capacidad de "atrapar" sustancias también aplica cuando se usa dentro de la boca.
¿Son eficaces estos productos?
Algunas de las promesas de los fabricantes son que eliminan las manchas de vino o café y la placa dental de forma suave y segura y que acaban con gérmenes y bacterias que causan el mal aliento. Lo cierto es que la Asociación Dental Americana no ha dado su visto bueno a ningún producto que incluya carbón activado. Tampoco parece haber evidencias se sus propiedades, más allá del anecdotario de las redes sociales.
En septiembre de 2017 se publicó en Journal of American Dental Association una revisión que se hizo para examinar la eficacia y la seguridad de los dentífricos y polvos a base de carbón, dirigida por John K. Brooks, profesor de Odontología en la Universidad de Maryland. El aumento de las ventas online de estos productos fue lo que motivó a los autores.
Los investigadores también seleccionaron dentífricos de carbón que aparecen en Google.com y Amazon.com y revisaron su publicidad (fueron 108 productos en total). Según los anuncios, estos son desintoxicantes, antibacterianos, antifúngicos y antivirales, entre otros atributos.
Pero los resultados de la revisión mostraron que no hay suficientes evidencias para corroborar las afirmaciones de seguridad y eficacia de los dentífricos a base de carbón. De hecho, los autores indicaron que la publicidad en Internet incluyó propiedades terapéuticas sin fundamento, así como afirmaciones potencialmente engañosas y sugieren que los odontólogos deben aconsejar a sus pacientes que sean cautelosos al usar estos productos.
¿Qué pasa si usas dentífricos con carbón?
En Mouth Healthy, sitio informativo de la ADA, explican que frotarse los dientes carbón activado para blanquearlos no solo es un mito: esta sustancia es demasiado abrasiva y, con el tiempo, puede hacer que tus dientes se vean amarillentos. El carbón puede desgastar el esmalte, dejando expuesto el tejido amarillo que está debajo de este (la dentina).
En lugar de usar crema o polvo a base de carbón activado, elige una pasta o blanqueador aprobada por la ADA. Este es un indicador de que el producto es seguro, efectivo y no dañará tus dientes.
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