Qué es el virus sincitial y cuál es su relación con el coronavirus

Tal vez su nombre no te sea familiar, pero el virus respiratorio sincitial (VSR) es uno de los principales responsables de las infecciones pulmonares o del aparato respiratorio.

Tal es su incidencia, que se estima que la mayoría de los niños de 2 años ya se han infectado. Aquí repasaremos sus síntomas, causas y tratamientos, así como su relación con el coronavirus.

Madre limpiando la nariz de su hija con un pañuelo. | Foto: GETTY IMAGES

El VSR es el microbio más común entre las causas de infecciones pulmonares y de las vías respiratorias en bebés o niños pequeños, aunque también puede afectar a los adultos.

El virus se disemina a través de diminutas gotitas que se encuentran en el aire cuando una personas se suena la nariz, tose o estornuda. Por ello, es más probable contagiarse:

  • Estando cerca de alguien contagiado que tose, estornuda o se suena la nariz.
  • Estado cerca de alguien contagiado mientras está fumando.
  • Asistiendo a guarderías o escuelas (en el caso de los niños). 
  • Viviendo en condiciones de hacinamiento.

Los grupos poblacionales con mayor riesgo de contagiarse con VSR son:

  • Bebés, especialmente los prematuros o menores de 6 meses.
  • Niños o adultos con enfermedades cardíacas o pulmonares.
  • Niños o adultos con sistemas inmunitarios debilitados.
  • Adultos mayores, especialmente los mayores de 65 años.

Los brotes de VSR suelen comenzar en otoño y extenderse hasta la primavera, caracterizándose por provocar los siguientes síntomas:

  • Dolor de cabeza.
  • Dolor de garganta. 
  • Estornudos. 
  • Nariz congestionada o que gotea. 
  • Tos seca.

Estos síntomas suelen aparecer tras 2 u 8 días de tener contacto con el virus, y generalmente, tanto los niños como los adultos se recuperan tras una o dos semanas.

En los casos de una infección grave, que puede requerir hospitalización, los síntomas son:

  • Cansancio.
  • Fiebre.
  • Irritabilidad.
  • Problemas para comer.
  • Problemas para respirar.
  • Tos intensa.

En algunos casos, las infecciones con VSR pueden provocar complicaciones para la salud:

  • Asma.
  • Infección del oído medio. 
  • Neumonía. 
  • Mayor probabilidad de reinfecciones con VSR.

El VSR y la COVID

Un nuevo aspecto del VSR que comenzó a estudiarse desde el 2020 es su relación con el SARS-CoV-2 (virus responsable de la infección por el nuevo coronavirus o COVID-19).

Al tratarse ambos de virus respiratorios, con muchos síntomas en común, se suponía que uno podía favorecer el contagio del otro. Sin embargo, un trabajo publicado en Nature señaló que las medidas de protección contra la COVID-19 también llevaron a una disminución de la circulación de virus respiratorios, incluído el VSR.

Otra buena noticia relacionada a los virus respiratorios proviene de un trabajo publicado en Journal of Infection, que encontró tras analizar a más de 800.000 personas, que quienes habían tenido síntomas de resfriado durante el año anterior (2019) tenían menos probabilidades de dar positivo en la prueba del SARS-CoV-2.

Los expertos aún desconocen cuál es el mecanismo detrás de esta asociación, por lo que es necesario desarrollar más estudios que profundicen en esta relación.

También advierten sobre la posibilidad de que este estancamiento de contagios tenga como resultado una acumulación de niños susceptibles no infectados, provocando mayores oleadas de infecciones por VSR en un futuro.

Para evitar esta problemática, coinciden en que lo mejor es mantener los cuidados y trabajar en las medidas de prevención.

Tratamiento y prevención

En los casos graves de infección con VRS, puede ser necesario recurrir a la hospitalización y al uso de líquidos intravenosos, oxígeno húmedo o respiradores (ventilación mecánica).

Sin embargo, en la mayoría de los casos la infección se atraviesa de forma leve, y el profesional de la salud puede recomendar medicamentos de venta libre, como paracetamol, para bajar la fiebre.

Se recomienda tomar ciertas medidas para que el paciente atraviese la infección de la mejor manera:

  • Beber mucha agua para mantenerse hidratado.
  • Mantenerse alejado de irritantes, como el humo de cigarrillo. 
  • Usar gotas nasales para aliviar la congestión. 
  • Usar analgésicos de venta libre (siempre bajo recomendación del profesional de la salud)
  • Humidificar el aire, para aliviar la tos y congestión, reduciendo la proliferación de bacterias o moho.

Actualmente, no existe ninguna vacuna para el VSR, por lo que los expertos señalan que la mejor forma de combatir este virus es mediante la prevención. Para ello, es necesario:

  • Lavarse las manos frecuentemente.
  • Evitar la exposición al virus: tapándose la boca y la nariz al estornudar y toser, o evitando el contacto con personas que presenten síntomas.

En el caso de los bebés o niños, se puede disminuir la exposición al virus manteniendo limpios los objetos que usan normalmente, como sus vasos, platos o juguetes, así como otras superficies de contacto frecuente, como pestillos, manijas, sillas o mesas.

Fuentes consultadas: Biblioteca Nacional de Medicina de EE. UU., Clínica Mayo, Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre.