Brotes de gripe aviar en distintas partes del mundo mantienen a las agencias de salud pública locales e internacionales en estado de alerta. La Cambodia International Health Regulations (IHR) informó el 23 de febrero de dos casos de influenza aviar (H5N1) en humanos, convirtiéndose en el primer país en reportar esta infección en 2023. La investigación sobre la vía de contagio y otros potenciales casos está en curso.
En los Estados Unidos, hasta abril se había detectado la gripe aviar en más de 60 millones de aves de corral, y en 6,356 aves salvajes, en 973 condados. Se registró un caso humano en 2022, pero no se han reportado hasta el momento casos este año. Para atacar al brote de raíz —el que ya se considera el más grande de la historia— la administración Biden está evaluando movilizar los resortes burocráticos para la vacunación masiva de animales, porque las autoridades federales aún no han autorizado esta inmunización.
Además, no se sabe si las vacunas existentes tienen un efecto inmunológico sobre la cepa de H5N1 que está circulando. De probarse, sería una herramienta sanitaria efectiva para frenar la diseminación y proteger eventualmente a los seres humanos. Y también una tarea titánica: Estados Unidos sacrifica anualmente 9 mil millones de pollos solo para alimentación y exportación. Y algunas vacunas requieren dos dosis.
Entre febrero y marzo de 2023, Argentina, Bolivia, Chile, Uruguay, Guatemala y otros 11 países reportaron casos de H5N1 altamente patogénico en aves de corral y aves salvajes, con saltos esporádicos a mamíferos. Estos casos preocupan particularmente a las autoridades sanitarias locales porque las aves infectadas, que transmiten el virus a través de partículas respiratorias y de las heces, se encontraron muertas en zonas cercanas a granjas avícolas. Un mes antes, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) lanzó un alerta epidemiológica por el alarmante aumento de casos en la región.
Hasta ahora dos países han reportado dos casos humanos en la región: el primero en Ecuador en diciembre (asociado a animales de corral en viviendas particulares); y el segundo en Chile, el 30 de marzo.
China registró un caso humano el 23 de marzo, que se suman a otras dos infecciones en 2022.
En Europa, entre 2021-2022 se reportaron 2,467 brotes de influenza aviar, que resultaron en el sacrificio de 48 millones de aves domésticas en 37 países. En 2022, el virus saltó de las aves a los visones de cría en España. Allí, los visones enfermaron de gravedad, pero también comenzó a propagarse el virus de un animal a otro, algo que no se había visto antes y puede haber sido facilitado por los ambientes cerrados en los que se mantienen los animales de granja.
Las aves salvajes como patos silvestres y cisnes suelen infectarse con la influenza aviar sin consecuencias para su salud, sin embargo, cuando el virus pasa a las aves de corral, éstas son más vulnerables y ocurren muertes masivas, como en este brote.
Aunque la transmisión de aves a humanos no es habitual, la mayoría de estas cadenas de contagio registradas en el pasado se vincularon a trabajadores de estas granjas. Los casos en humanos varían en gravedad, desde asintomáticos hasta letales.
Aunque no fue la primera pandemia de la historia de la Humanidad, COVID-19 cambió la perspectiva sobre la zoonosis, el salto de virus que portan animales a los seres humanos. Desde cambios climáticos hasta los procesos urbanos que conlleva la modernidad han vuelto a este ciclo algo más posible. Ahora los virus saltan de la selva y de los campos profundos a la ciudad, a los mercados, a través de carreteras y medios de transporte.
De hecho, la variante actual circulante de H5N1 se registró por primera vez en China en 1996 como resultado del rápido crecimiento del negocio de la comercialización de patos y aves de corral.
Antes de la pandemia de COVID-19 científicos habían vaticinado que la próxima gran pandemia sería consecuencia de la propagación de un virus de la influenza. En 2020, el Departamento de Salud y Servicios Sociales de los Estados Unidos (HHS) lanzó un documento, una estrategia de 10 años, para mantener actualizadas la producción de las vacunas contra los distintos tipos de influenza. La administración Biden estaría revisando este documento, frente a la amenaza de los brotes recientes de gripe aviar.
En los países en donde el virus H5N1 es endémico en aves, como China, Egipto y Vietnam, la vacunación animal es regular. Pero, como dicen algunos científicos, la inmunización en este caso puede ser un arma de doble filo, ya que puede disminuir la severidad de la infección en aves pero no frenar por completo la transmisión.
El documento del gobierno de los Estados Unidos remarca tres líneas de acción, para enfrentar estos brotes y prevenir una eventual zoonosis:
- Fortalecer y diversificar el desarrollo, la fabricación y la cadena de suministro de vacunas contra la influenza;
- Promover enfoques innovadores y el uso de nuevas tecnologías para detectar, prevenir y responder a la influenza; y
- Aumentar el acceso y la cobertura de la vacuna contra la influenza en todas las poblaciones.
Las granjas avícolas son la zona cero de lucha contra estos brotes, para prevenir una potencial pandemia, especialmente a través del aislamiento y la vacunación de los animales. También tener un stock de vacunas para utilizar eventualmente; y promover el desarrollo de nuevas vacunas.
Los científicos dicen que hay que estar preparados. Como demostró el SARS-CoV-2, los virus están en constante evolución, y la ciencia y la salud pública deben tener todas las herramientas para enfrentarlos.
Esta historia se produjo utilizando contenido de estudios o informes originales, y de otras investigaciones médicas y fuentes de salud, y salud pública, destacadas en enlaces relacionados a lo largo del artículo.