La influenza y el VRS vuelven a fortalecerse en Latinoamérica

Los números de casos de infecciones respiratorias en esta temporada en Latinoamérica parecen ser una señal de que la pandemia de COVID-19 está definitivamente terminando. Están en alza, alcanzando niveles pre pandémicos, lo que ha llevado a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a emitir un alerta para que los países sigan de cerca este aumento, y actúen para prevenirlos. 

El final de las políticas de aislamiento y el alivio en el uso de mascarillas, dos medidas que acorralaron no solo al coronavirus sino a otros gérmenes, ha hecho que los virus volvieran a circular como antes de la pandemia, observan expertos. 

La influenza y el VRS vuelven a fortalecerse en Latinoamérica
| Foto: GETTY IMAGES

Puntos clave

  • Los niveles de circulación de estos virus ya son pre pandémicos.
  • La vacunación es la mejor forma de prevenir el aumento de casos.

Sin embargo, mientras los niveles de circulación de COVID-19 permanecen bajos, los de la gripe o influenza y los del virus respiratorio sincitial (VRS) han resurgido, especialmente en el sur de la región. Esta situación sanitaria es un espejo de lo que ocurrió en el hemisferio norte, con más casos de gripe y más hospitalizaciones por el VRS.

Cada año, en Latinoamérica y el Caribe, se registran unas 36.500 muertes y unas 400.000 hospitalizaciones a causa de la influenza estacional. 

Aunque desde el brote de influenza A (H1N1) de 2009 los países de la región han mejorado de manera significativa el control y prevención de la gripe estacional, la OPS ha enfatizado en su alerta que, en estos días, los estados deben reforzar sus sistemas de monitoreo y sus campañas de vacunación, para frenar esta circulación en aumento. 

La región tiene una de las tasas más altas de inmunización general del planeta, sin embargo hay diferencias grandes entre los países, e incluso dentro de los mismos países, entre las grandes urbes y las remotas áreas rurales. 

El desafío de los gobiernos es encontrar el momento ideal para iniciar una campaña de vacunación, contra un virus que muta cada año y cuyo impacto dura varios meses: entre noviembre y febrero en el hemisferio norte, y entre mayo y octubre en el hemisferio sur. 

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) recomiendan la vacuna contra la gripe a partir de los 6 meses. Los CDC remarcan que algunos menores de entre esa edad y los 8 años pueden necesitar dos dosis para obtener una mayor protección. 

Más allá de esto, todavía hay barreras clave que deben superarse, dependiendo del área: 

  • La falta de coincidencia de la vacuna con las cepas circulantes
  • la idea errónea sobre la eficacia de la vacuna contra la influenza 
  • y la poca conciencia de la enfermedad y la vacuna entre el público

En el caso del VRS, se presentaron más casos infantiles con hospitalizaciones en el sur del continente, especialmente en Chile

Estados Unidos acaba de aprobar la primera vacuna contra este virus para adultos mayores; el VRS es causa de muerte de más de 6,000 personas de 60 años y más en ese país. 

La incidencia de enfermedades y muertes asociadas a este virus entre adultos aumenta con la edad avanzada y la prevalencia de condiciones coexistentes. 

La evidencia epidemiológica indica que el impacto del VRS en los adultos mayores puede ser similar al de la influenza no pandémica. 

En enero, los CDC reportaron el riesgo de circulación intensa en el continente de las familias de cinco virus respiratorios: coronavirus, metaneumovirus humano, virus de la parainfluenza humana, virus respiratorio sincitial (VRS), y adenovirus respiratorio. 

Esta historia se produjo utilizando contenido de estudios e informes originales, y de otras investigaciones médicas y fuentes de salud, y salud pública, destacadas en enlaces relacionados a lo largo del artículo.

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