Millones de personas padecen de sonambulismo, es decir, se levantan dormidas por la noche. Y la cifra es más alta de lo que se sospechaba.
Los científicos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, descubrieron que unos 8,4 millones de personas (un 3,6% de la población del país) están afectadas por el sonambulismo.
Puntos clave
La investigación, que fue publicada en la revista Neurology, arroja los datos donde por primera vez los investigadores utilizaron datos amplios y representativos de la población estadounidense para conocer el número de sonámbulos.
Los científicos encontraron también un vínculo entre la tendencia a realizar caminatas nocturnas estando dormido y el riesgo de desarrollar depresión y ansiedad.
Son episodios breves donde una persona realiza actividades que van desde salir de la cama y caminar, hasta ir al baño o salir de la casa, mientras permanece dormida e inconsciente.
El profesor Ohayon y su equipo encuestaron a 19,136 individuos de varios estados del país, que respondieron sobre su salud mental, historial médico, uso de medicamentos, frecuencia, duración e historial familiar de sonambulismo.
Y los resultados mostraron que hasta 3,6% de los encuestados habían tenido al menos un episodio durante el año previo y el 1% habían tenido dos o más episodios en un mes.
Otras conclusiones del estudio fueron que las personas con depresión tienen 3,5 veces más de probabilidades de sonambulismo. Y quienes toman medicamentos antidepresivos, son tres veces más propensos a tener 2 episodios de sonambulismo o más al mes.
Las personas con dependencia o abuso de alcohol y que padecen de trastorno obsesivo compulsivo, también tienen "significativamente más probabilidades" de episodios de sonambulismo, según los autores.
"Deambular durante la noche puede ser inocuo y a menudo es motivo de bromas", explica el profesor Ohayon.
"Pero más allá de las bromas, el sonambulismo puede tener consecuencias graves. Hay episodios que pueden resultar en lesiones del individuo que deambula o de otros y pueden conducir a una discapacidad en el funcionamiento psicosocial", concluye el científico autor del estudio.
El sonambulismo está rodeado de mitos. La Biblioteca Nacional de Medicina informa que algunas personas creen erróneamente que no se debe despertar a un sonámbulo, pero no es peligroso hacerlo, aun cuando es común que la persona esté confundida o desorientada durante un tiempo corto cuando despierta.
Otra idea errada es que la persona no puede lastimarse cuando camina dormida. En realidad, los sonámbulos se lesionan con frecuencia cuando tropiezan y pierden el equilibrio.
La mayoría de las personas no necesita ningún tratamiento específico para el sonambulismo, explica Institutos Nacionales de Salud (NIH, su sigla en inglés).
Para evitar lesiones, se pueden requerir medidas de seguridad como cambiar la ubicación de objetos, cables eléctricos o muebles para reducir los riesgos de tropezones y caídas, explica la citada fuente.