¿Te despiertas en medio de la noche? ¿No puedes volver a dormirte? ¿Sabías que esta dificultad para conciliar el sueño podría estar asociada con tus genes?
El insomnio es el segundo trastorno mental más prevalente, con estimaciones que oscilan entre el 10% en los adultos y el 22% en los ancianos. Este trastorno se caracteriza por problemas duraderos al dormirse o por despertarse en la noche o temprano en la mañana, con repercusiones subjetivas en el funcionamiento diurno.
Es el principal factor de riesgo de depresión y también contribuye a riesgos de enfermedad cardiovascular, diabetes tipo 2 y obesidad. Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) aproximadamente 50 a 70 millones de estadounidenses padecen este tipo de trastorno del sueño.
Un estudio publicado en Nature Genetics asocia la presencia de marcadores genéticos con la predisposición al insomnio.
Siete genes
Un equipo de la Universidad Vrije de Amsterdam (Holanda) encontró siete "genes de riesgo" en una muestra de 113,006 individuos que hacen que una persona tenga más probabilidades de sufrir de insomnio en comparación con aquellos que carecen de esos genes. Estos genes no están directamente relacionados con los patrones de sueño, sino que su presencia crea un efecto secundario no intencional que parece provocar la pérdida del sueño.
El propósito principal de estos genes es doble: leer el ADN, hacer copias del ácido ribonucleico (ARN) y permitir que las células liberen moléculas de señalización para que puedan comunicarse con su entorno. Por alguna razón, su existencia parece superponerse con un mayor riesgo de varias afecciones, incluyendo trastornos de ansiedad, depresión, neurosis, percepción de falta de bienestar, dificultades educativas e insomnio.
Los siete genes (MEIS1, HHEX, RHCG, IPO7, TSNARE1, MED27 y SCFD2) aumentan el riesgo en las personas a desarrollar la enfermedad del sueño.
El llamado MEIS1 ha sido previamente relacionado con otros dos trastornos del sueño, movimientos periódicos del sueño en las extremidades (PLMS) y síndrome de piernas sueltas (RLS), y las variantes de este gen "parecen contribuir a los tres trastornos", sugieren.
Los hombres más propensos
Los genes de riesgo y el insomnio asociado fueron más frecuentes en los hombres (33% de la muestra) que en las mujeres (24% de la muestra). En la actualidad, esta discrepancia no tiene explicación conocida.
"Esto sugiere que, en alguna parte, diferentes mecanismos biológicos pueden conducir al insomnio en hombres y mujeres", destacó el co-autor del estudio Danielle Posthuma.
Este estudio sugiere que los genes heredados de los padres juegan un papel más importante de lo que se pensaba anteriormente. En varias personas, es probable que su aflicción no es una condición puramente psicológica.