Su nuevo producto se llama EPI Life, un teléfono móvil con un electrocardiógrafo integrado. El aparato, un "smartphone", mide las pulsaciones con una simple presión de los dedos sobre un sensor y envía los datos a una centralita de Singapur abierta 24 horas al día.
"Creemos que es una revolución. Ha sido probado clínicamente", dice el doctor Chow U-Jin, director médico de EPI (Ephone international).
"Se puede utilizar como un teléfono en todo el mundo y además enviar un ECG (electrocardiograma) y tener una respuesta", dice a la AFP Chow.
"Si el resultado es normal, se recibe sólo un SMS. Si es grave, se hace una llamada, 'señor, hay una ambulancia en camino'. Tenemos tres hospitales en Singapur que recibirán la información" sobre el estado de salud de la persona, añadió.
El EPI Life cuesta 700 dólares, el precio de un "smartphone" de gama alta, y de él se han vendido desde noviembre de 2010 dos millares de ejemplares.
Puntos clave
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"El objetivo más evidente son las personas con problemas de corazón", subraya Chow, antes de añadir que hay tres opciones disponibles: 10, 30 o 100 controles al mes.
Este producto, también disponible en una versión mini (99 dólares) con un pequeño aparato que se puede conectar vía "Bluetooth" a un "smartphone", estará pronto disponible en Francia y España.
Pero la prevención en el ámbito de la salud por medio de teléfonos móviles, conocida como mHealth (Mobile Health) y que desde hace unos años conoce un cada vez mayor éxito, no tiene que ver sólo con aparatos de última generación.
Muchos servicios están disponibles por medio de mensajes SMS o MMS, que pueden recibir la práctica totalidad de los móviles.
La sociedad Health Company, que cubre Arabia Saudí y Kuwait, envía a alrededor de 430.000 clientes al mes información en árabe o en inglés sobre la diabetes, la sexualidad, la obesidad, la salud de los niños...
"También se puede hacer una consulta por SMS", dice el vicepresidente de Health Company, Fahad S. Al-Orifi, añadiendo que "ese SMS llega a nuestro sitio internet y uno de nuestros doctores le responderá por teléfono".
La "Mobile Health" está también desarrollándose en los países más pobres, donde podría desempeñar un papel de primer orden, según Kazi Islam, presidente de Grameenphone en Bangladesh, un país que cuenta con 156 millones de habitantes y menos de 3.000 hospitales, pero en el que 66 millones de personas tienen un teléfono móvil.
"La mayor parte de las mujeres no tienen acceso a la información sanitaria. Un 75% de las mujeres de entre 15 y 24 años no han oído hablar jamás de las enfermedades de transmisión sexual", añadió Kazi Islam.
"Con un simple SMS enviamos información a las futuras madres. Es una ayuda necesaria", concluyó.
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