Cuidados para una contusión de costilla

Descripción

Una contusión de costilla, también llamada costilla magullada, puede ocurrir después de una caída o golpe en el área del pecho. Un moretón ocurre cuando los pequeños vasos sanguíneos se rompen y filtran su contenido en el tejido blando debajo de la piel. Esto hace que la piel se decolore.

Nombres alternativos

Costilla magullada - cuidado personal; Costilla magullada; Costillas magulladas; Contusión de costilla

Causas

Las causas comunes de las costillas magulladas son los accidentes automovilísticos, las lesiones deportivas o las caídas. La tos severa o prolongada también las puede causar.

  • Un moretón en la costilla debido a una fuerza brusca puede causar sangrado y lesiones en los tejidos debajo de la piel.
  • Dependiendo de la fuerza del golpe, puede sufrir otras lesiones, como costillas rotas o daños en los pulmones, el hígado, el bazo o los riñones. Esto es más probable en accidentes automovilísticos o caídas desde una gran altura.

Síntomas

Los principales síntomas son dolor, hinchazón y decoloración de la piel.

  • La piel que cubre el moretón puede volverse azul, púrpura o amarilla.
  • La zona magullada está tierna y adolorida.
  • Puede sentir dolor cuando se mueve y mientras descansa.
  • Respirar, toser, reír o estornudar puede causar o aumentar el dolor.

Qué esperar

Las costillas magulladas se recuperan de la misma manera que las , pero una magulladura toma menos tiempo en recuperarse que una fractura de costilla.

  • La curación toma alrededor de 4 a 6 semanas.
  • En pocas ocasiones se necesita una radiografía, una resonancia magnética o una tomografía computarizada para confirmar el diagnóstico. Es posible que necesite estudios imagenológicos para descartar lesiones más graves, como una fractura de costilla o daño a los órganos internos.
  • No tendrá un cinturón o una venda alrededor de su pecho porque evitaría que sus costillas se movieran cuando respira o tose. Esto puede conducir a infección pulmonar ().

Cuidados personales en el hogar

A continuación, encontrará algunas formas de ayudar a aliviar el dolor y la incomodidad mientras se recupera.

PONER HIELO

Poner hielo ayuda a reducir la hinchazón al disminuir el flujo de sangre en el área. También adormece el área y ayuda a aliviar el dolor.

  • Coloque una bolsa de hielo en el área lesionada durante 20 minutos, 2 a 3 veces por día durante los primeros uno o dos días.
  • Envuelva la bolsa de hielo en un paño antes de colocarla en el área lesionada.

ANALGÉSICOS

Si su dolor no es grave, puede tomar ibuprofeno (Advil, Motrin) o naproxeno (Aleve, Naprosyn) para aliviar el dolor. Puede comprar estos analgésicos en la tienda.

  • Hable con su proveedor antes de tomar estos medicamentos si tiene una enfermedad cardíaca, presión arterial alta, enfermedad renal o hepática, o ha tenido úlceras estomacales o sangrado interno en el pasado.
  • No tome más de la cantidad recomendada en el envase o por su proveedor.

El paracetamol (Tylenol) también se puede tomar para el dolor en la mayoría de las personas.

  • No tome este medicamento si tiene enfermedad hepática o una función hepática reducida.
  • No tome más de la cantidad recomendada en el envase o por su proveedor.

Si su dolor es intenso, es posible que necesite analgésicos (narcóticos) recetados para mantener su dolor bajo control mientras se cura el moretón.

  • Tome estos medicamentos en el horario prescrito por su proveedor.
  • No tome alcohol, no conduzca ni maneje maquinaria pesada mientras esté tomando estos medicamentos.
  • Para evitar el estreñimiento, tome más líquidos, como alimentos con alto contenido de fibra y use ablandadores de heces.
  • Para evitar las náuseas o los vómitos, intente tomar sus analgésicos con alimentos.

Comente con su proveedor sobre cualquier otro medicamento que esté tomando ya que pueden ocurrir interacciones con otros medicamentos.

EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN

Sentir dolor al respirar puede hacer que su respiración sea superficial. Si toma respiraciones poco profundas durante mucho tiempo puede ponerlo en riesgo de contraer neumonía. Para ayudar a prevenir problemas, su proveedor puede recomendar ejercicios de respiración profunda.

  • Realice ejercicios lentos de respiración profunda y tos suave cada 2 horas para deshacerse de la mucosidad de los pulmones y evitar un colapso parcial de los pulmones. Es posible que su proveedor lo haga soplar en un dispositivo especial que mide la cantidad de aire que mueve con cada respiración (espirómetro).
  • Tome 10 respiraciones profundas cada hora, incluso si se despierta durante las primeras noches.
  • Sostener una almohada o una manta contra la costilla lesionada puede hacer que las respiraciones profundas sean menos dolorosas. Es posible que deba tomar primero su analgésico.
  • Su proveedor puede indicarle que use un dispositivo llamado espirómetro para ayudar con los ejercicios de respiración.

PRECAUCIONES

  • No descanse en la cama todo el día. Esto puede hacer que se acumule líquido en sus pulmones.
  • No fume ni use productos de tabaco.
  • Trate de dormir en una posición semivertical cómoda durante las primeras noches. Puede hacerlo colocando algunas almohadas debajo del cuello y la parte superior de la espalda. Esta posición le ayudará a respirar más cómodamente.
  • Comience a dormir sobre su lado no afectado después de los primeros días de la lesión. Esto ayudará en la respiración.
  • Evite actividades extenuantes como levantar objetos pesados, empujar y jalar o movimientos que causen dolor.
  • Tenga cuidado durante las actividades y evite golpear el área lesionada.
  • Puede comenzar lentamente sus actividades diarias normales (después de hablar con su proveedor de atención médica), a medida que su dolor disminuye y su moretón se cura.

Cuándo llamar al médico

Debe llamar a su proveedor de inmediato si tiene:

  • Dolor que no permite respirar profundamente o toser a pesar de tomar analgésicos
  • Fiebre
  • Tos o un aumento en la mucosidad que se tose
  • Tos con sangre
  • Falta de aliento
  • Efectos secundarios de los analgésicos, como náuseas, vómitos o estreñimiento, o reacciones alérgicas, como erupciones en la piel, hinchazón facial o dificultad respiratoria

Referencias

Eiff MP, Hatch RL, Higgins MK. Rib fractures. In: Eiff MP, Hatch R, Higgins MK, eds. Fracture Management for Primary Care and Emergency Medicine. 4th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2020:chap 18.

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