Tabaquismo y cirugía

Descripción

Dejar el cigarrillo y otros productos de la nicotina, incluyendo los cigarrillos electrónicos, antes de una cirugía puede mejorar su recuperación y el desenlace clínico después de la intervención.

La mayoría de las personas que han logrado dejar de fumar lo han intentado y han fracasado múltiples veces. No se dé por vencido. Aprender de los intentos del pasado puede ayudarle a tener éxito.

Nombres alternativos

Cirugía - dejar de fumar; Cirugía - dejar el tabaco; Recuperación de una herida - tabaquismo

Hay muchas razones para dejar de consumir tabaco

El alquitrán, la nicotina y otros químicos consumidos al fumar pueden incrementar su riesgo de padecer varios problemas de salud. Estos incluyen afecciones cardiovasculares y de los vasos sanguíneos como las siguientes:

  • Coágulos de sangre y aneurismas en el cerebro, lo cual puede llevar a accidentes cerebrovasculares
  • Enfermedad coronaria, como dolor en el pecho (angina de pecho) y ataques cardíacos
  • Presión arterial alta
  • Suministro sanguíneo deficiente a las piernas
  • Problemas con las erecciones

El tabaquismo también aumenta el riesgo de padecer diferentes tipos de cáncer, incluidos los de:

  • Pulmón
  • Boca
  • Laringe
  • Esófago
  • Vejiga
  • Riñones
  • Páncreas
  • Cuello uterino

Fumar también aumenta el riesgo de problemas pulmonares, como enfisema y bronquitis crónica. También hace que el asma sea más difícil de controlar.

Algunos fumadores se pasan al tabaco que no se fuma en lugar de dejar de consumirlo totalmente. Sin embargo, el consumo de este tipo de tabaco aún ofrece muchos riesgos para la salud, por ejemplo:

  • Mayor riesgo de cáncer nasal o bucal
  • Problemas de encías, desgaste de los dientes y caries
  • Empeoramiento de la presión arterial alta y dolor torácico

El tabaquismo afecta la cirugía

Los fumadores que se someten a la cirugía tienen mayor probabilidad de formación de coágulos de sangre en las piernas que los no fumadores. Estos coágulos pueden llegar a los pulmones y dañarlos.

El tabaquismo disminuye la cantidad de oxígeno que llega a las células en la herida quirúrgica. En consecuencia, la herida puede sanar más lentamente y es más propensa a infectarse.

Todos los fumadores tienen un mayor riesgo de problemas cardíacos y pulmonares. Incluso cuando la cirugía se desarrolle sin problemas, el hecho de fumar le exige más a su cuerpo, corazón y pulmones de lo que haría si no fumara.

Tomar la decisión de dejar de fumar

La mayoría de los proveedores de atención médica le aconsejarán que deje el cigarrillo y el tabaco por lo menos 4 semanas antes de su cirugía. Extender el tiempo entre el hecho de dejar fumar y la cirugía hasta 10 semanas puede disminuir aún más el riesgo de problemas. Como cualquier adicción, dejar de fumar es difícil. Existen muchas maneras para dejar de fumar y muchos recursos para ayudarle, como son:

  • Los familiares, los amigos y los compañeros de trabajo pueden servir de apoyo o estímulo.
  • Hable con su proveedor sobre medicamentos, como la terapia de reemplazo de nicotina y los medicamentos recetados.
  • Si usted se une a programas para dejar de fumar, tiene una oportunidad mucho mejor de éxito. Tales programas los ofrecen en hospitales, secretarías de salud, centros comunitarios y lugares de trabajo.

No se aconseja utilizar chicles de nicotina en la época de la cirugía. La nicotina interferirá igualmente con la cicatrización de la herida quirúrgica y tiene el mismo efecto sobre su salud en general que consumir cigarrillos y tabaco.

Referencias

McEvoy MD, Blitz JD, Borgmeier E. Perioperative medicine. In: Pardo MC, ed. Miller's Basics of Anesthesia. 8th ed. Philadelphia, PA: Elsevier; 2023:chap 42.

Yepuri N, Pruekprasert N, Cooney RN. Surgical complications. In: Townsend CM Jr, Beauchamp RD, Evers BM, Mattox KL, eds. Sabiston Textbook of Surgery. 21st ed. St Louis, MO: Elsevier; 2022:chap 12.

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