La noticia de que un hombre falleció a causa de la explosión de su cigarrillo electrónico en Florida ha dejado una pregunta en el aire: ¿son seguros estos dispositivos? Esta es la primera muerte atribuida a un vapeador en Estados Unidos, pero en Inglaterra ya había ocurrido un caso similar en 2014 y los reportes de accidentes vienen en aumento.
Tallmadge D'Elia estaba vapeando en su casa en San Petersburgo el 5 de mayo, cuando el dispositivo explotó. La Oficina de Medicina Forense del Condado de Pinellas confirmó que la causa de la muerte accidental fue una "herida de proyectil en la cabeza" y que el hombre, de 35 años, había sufrido quemaduras en aproximadamente el 80% de su cuerpo. Además, la explosión comenzó un incendio en la habitación, reportó The New York Times.
Los proyectiles en la cabeza de D’Elia eran piezas del dispositivo electrónico, fabricado por Smok-E Mountain Mech Works. Un representante de esta compañía dijo a ABC Action News que sus dispositivos no explotan y que es probable que sea el atomizador (la parte que la persona se mete en la boca) o un defecto de la batería. Agregó que han tenido problemas con otras compañías que clonan sus baterías, lo que las hace menos seguras.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) explica que las causas de estas explosiones no están claras. Sin embargo, indican que las evidencias sugieren que el origen de estos accidentes, ciertamente, son problemas relacionados con las baterías.
¿Son seguros los vapeadores?
Hasta el momento, la gran preocupación sobre los cigarrillos electrónicos había sido sobre sus posibles efectos negativos en la salud (posibles daños en arterias o pulmones, por ejemplo). Ahora los riesgos de accidentes, incluso muertes, son otra inquietud.
Aunque D'Elia es la primera muerte en Estados Unidos a causa de un cigarrillo electrónico, los accidentes con estos dispositivos son cada vez más comunes. Un informe de la Administración para los Incendios dice que entre 2009 y 2016 se reportaron 195 incidentes relacionados con vapeadores; 98 ocurrieron específicamente en 2016. Y cuando hablan de incidentes se refieren a explosiones.
En 38 casos hubo lesiones graves: la víctima pudo haber sufrido la pérdida de una parte del cuerpo y quemaduras de tercer grado. Además, se reportaron lesiones por quemaduras de segundo grado o laceraciones. Solo 15 individuos sufrieron lesiones menores.
La mayoría de los accidentes ocurrieron cuando el vapeador estaba en la boca o mientras el dispositivo o la batería estaban en un bolsillo. Y, en menos casos, cuando se cargaba la batería.
La cercanía o intimidad con el dispositivo es lo que hace que el peligro del cigarrillo electrónico sea único. Ningún otro producto de consumo que se use tan cerca del cuerpo contiene batería de iones de litio, que es la causa principal de los accidentes. Y si el material combustible entra en contacto con sábanas o ropa, se puede iniciar un incendio fácilmente.
Consejos para prevenir los accidentes
La FDA ha definido cinco recomendaciones de seguridad que ayudarán a evitar la explosión de las baterías de los cigarrillos electrónicos.
1. Considera usar vaporizadores que tengan seguro en el botón de encendido, agujeros de ventilación y protección contra la sobrecarga
2. Guarda las baterías sueltas en un estuche para evitar el contacto con objetos metálicos como monedas y llaves.
3. Nunca uses un cargador de teléfono o de tableta para tu vapeador.
4. No lo dejes cargando toda la noche.
5. Cambia las baterías si se dañan o se mojan. Si tu dispositivo se daña y las baterías no se pueden cambiar, comunícate con el fabricante.
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