Las bajas temperaturas pueden llegar a ser realmente peligrosas: si no te proteges de forma adecuada, tu salud se puede ver seriamente afectada y, además, aumentan los riesgos de sufrir accidentes. Para mantener tu integridad y la de los tuyos es vital tomar precauciones.
A la par del frío intenso, en invierno pueden presentarse tormentas, cortes de energía e incluso heladas. Es por eso que los Centros Para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y el Centro Nacional de Salud Ambiental (NCEH, por su sigla en inglés) han definido una serie de recomendaciones para que puedas hacer frente a los peligros de la temporada.
Si vas a salir, bien sea porque vas a trabajar, estudiar o practicar algún deporte de temporada, toma tus precauciones. El primer paso es usar el atuendo adecuado para protegerte del frío, como un abrigo o chaqueta de tejido apretado, preferiblemente, resistente al viento, varias capas de ropa, sombreros, bufandas y botas impermeables.
Si vives con niños o personas de la tercera edad, asegúrate de que también estén debidamente abrigados (a esas edades son más susceptibles a las bajas temperaturas). Si vas a hacer actividad física al aire libre, que se lentamente y no olvides llevar siempre tu teléfono móvil al salir.
En climas fríos tu cuerpo intenta conservar una temperatura interna elevada para proteger sus órganos y lo consigue reduciendo la circulación de la sangre a brazos, manos, piernas y pies. Entonces, la piel y los tejidos de estas zonas se enfrían y aumenta el riesgo de sufrir congelamiento.
Explica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos que si tu temperatura corporal central desciende unos cuantos grados, se presentará hipotermia, es decir, una temperatura peligrosamente baja (menos de 95ºF o 35ºC). Cuando esto ocurre, ni tu cerebro ni tu cuerpo funcionan adecuadamente y si se agrava esta condición, las consecuencias pueden ser mortales.
En casa
Quedarte en casa durante una helada puede ser buena idea, pero siempre y cuando tengas los elementos necesarios para mantener tu salud y tu seguridad. Acondiciónala con material de aislamiento contra tormentas en las ventanas, aísla las líneas de agua que van por las paredes exteriores y repara cualquier fuga que pueda haber en el techo.
Optimiza tu calefacción. Revise el sistema y, si es necesario, contacta a un profesional para que lo limpie y le haga mantenimiento,.Revisa y limpia las chimeneas y confirma que los detectores de monóxido de carbono estén funcionando correctamente. No olvides tener una fuente de calefacción alternativa y el combustible necesario para su uso.
Evita intoxicaciones con monóxido de carbono. Mantén las parrillas, las estufas de campamento y los generadores fuera de la casa, del sótano y del garaje (deben estar, al menos, a 20 pies de distancia). Jamás uses las cocina ni el horno como calefacción y, si suena el detector de humo, sal de tu casa de inmediato y llama al número de emergencias.
Si hay avisos de tormenta, puedes almacenar alimentos que no perecederos y agua en recipientes limpios. Y cerciórate de cargar tu teléfono móvil.
Para tu auto
Prepara tu automóvil para el clima frío. Revisa que el radiador esté funcionando y mantén el nivel de anticongelante en el motor, revise también las llantas y, si es necesario, sustitúyelas por unas para nieve o para todo clima. No olvides mantener el tanque de gasolina lleno y usar algún líquido especial para invierno en tu limpiaparabrisas.
Además de las revisiones que hagas a tu auto, puedes preparar un kit de emergencia para usarlo en caso de que se quede varado. Este debe incluir: un teléfono celular con un cargador portátil y una batería adicional, mantas, comida y agua, cables de refuerzo, bengalas, bomba de neumáticos, una bolsa de arena o arena para gatos (para tracción), brújula, mapas, linterna, radio a pilas, pilas adicionales y un botiquín de primeros auxilios debidamente equipado.
Lo mejor es que evites viajar, si el servicio meteorológico ha emitido avisos. Si debes no puedes postergarlo, hazlo con precaución.