Parece algo inofensivo: caminas descalzo para relajarte pero de repente una astilla del piso (sobre todo si es de madera) se incrusta en el pie. También puedes “pescar” una espinilla en una excursión al aire libre. Pueden ser grandes o pequeñas pero siempre son molestas.
Esas astillas, espinillas u otros cuerpos extraños, a veces están cerca de la capa externa de la piel como para atraparlas y quitarlas con una pequeña pinza pero otras, son pequeñas y están más profundas, entonces se complica. Seguramente alguna vez te has preguntado qué pasa si las dejas.
No conviene hacer esto. “Es mejor no esperar, ya que dejar una astilla en el cuerpo puede proporcionar un pasaje para la infección, dijo a Live Science Ashley Jones, enfermera del Centro Médico Wexner de la Universidad Estatal de Ohio, en EE.UU.
"La piel es una barrera física que previene infecciones" agregó Jones. Por lo tanto, una astilla que rompe esa piel "hace que sea más fácil que las bacterias que se encuentran fuera de la piel se introduzcan en ella. Es posible que las bacterias ya estén en la astilla, aferrándose a un viaje al torrente sanguíneo” señala Jones.
Una de esas infecciones es causada por la bacteria del tétanos (clostridium tetani) que si ingresa en el cuerpo de una persona que no está vacunada o no está actualizada con sus refuerzos, puede liberar toxinas que dañan el sistema nervioso.
Debido al riesgo de infección, "en general recomendaría que no dejes una astilla en su lugar", dijo Jones. "Si no puedes tomarla y quitarla fácilmente con una pinza y aplicando una presión lenta y constante, recomendaría buscar atención médica" agregó Jones.
Cómo quitar en casa las astillas pequeñas
Consejos de la Academia Americana de Pediatría (AAP)
Espinas pequeñas y dolorosas provenientes de plantas: Las espinas de plantas como ortiga, cactus, o astillitas de fibra de vidrio son difíciles de eliminar debido a su fragilidad: se quiebran cuando se ejerce presión con pinzas. Para sacarlas, se puede intentar con:
- Cinta: Intenta eliminar las pequeñas astillas tocando ligeramente el área con cinta para empacar, cinta adhesiva u otro tipo de cinta con pegamento. Si no funciona, intenta con cera depilatoria.
- Cera depilatoria: Aplica una capa de cera. Deja que seque por 5 minutos y retira para quitar las espinillas. La mayoría será eliminada y las otras encontrarán la salida con el movimiento normal de la piel.
Como quitar astillas o cuerpos extraños más grandes
- Agujas y pinzas: Las astillas o espinas grandes, elimínalas con una aguja y pinzas.
- Antes de hacerlo, esteriliza los instrumentos con alcohol.
- Limpia la piel que rodea la astilla con alcohol antes de intentar eliminarlas. Si no tienes, utiliza agua y jabón pero no sumerjas el área si la astilla es de madera (el agua puede aumentar el tamaño).
- Usa la aguja para exponer completamente el extremo grande de la astilla. Utiliza buena iluminación. Una lupa puede ayudar.
- Luego, agarra el extremo con las pinzas y extráelo, tomando firme la pinza. Para eliminar astillas bajo las uñas a veces hay que cortar una parte de éstas con tijeras finas para exponer el extremo de la astilla.
- Las astillas superficiales y horizontales (que pueden verse completas) por lo general se pueden eliminar al jalar el extremo. Si el extremo se rompe, abre la piel con una aguja esterilizada a lo largo de la astilla y quítala.
- Pomada con antibiótico: Lava el área con jabón y agua antes y después de eliminarla. Para reducir el riesgo de infección, aplica una pomada con antibiótico después de eliminar la astilla.
Llama al médico si:
- No puedes quitarla.
- La has quitado pero el dolor empeora.
- Se empieza a ver infectada.
- Si la persona que tiene la astilla empeora.
Si el retiro de una astilla profundamente incrustada en el hogar puede provocar una gran cantidad de sangrado, dirígete a un centro de atención médica, donde los profesionales pueden extraer la astilla con instrumentos limpios y estériles. Los cuerpos extraños alojados en la piel, especialmente en niños y ancianos (que pueden ser más propensos a las infecciones) deben ser evaluados por un profesional de la salud.