Tomar vino tinto ayudaría a quemar grasa

La investigación publicada en la revista Journal of Nutritional Biochemistry, sugieren que un compuesto de esta milenaria bebida mejora los trastornos metabólicos asociados al exceso de peso como el hígado graso.

Dicha conclusión se desprende del análisis del comportamiento de células hepáticas y grasas cultivadas en laboratorio. Estas fueron expuestas a los extractos de cuatro productos químicos naturales que se encuentran en las uvas moscatel, una variedad de color rojo oscuro nativa del sudeste de Estados Unidos.

Tomar vino tinto ayudaría a quemar grasa
| Foto: SHUTTERSTOCK

Los resultados mostraron que el ácido élagico (poderoso antioxidante polifenolico), uno de los cuatro químicos examinados, resultó particularmente potente para desacelerar el proceso de crecimiento de las células grasas existentes, prevenir la aparición de otras nuevas e impulsar el metabolismo de los ácidos grasos en las células hepáticas.

No encontramos, y tampoco esperábamos hacerlo, que los químicos de las plantas fueran un milagro para bajar de peso, advirtió el bioquímico y biólogo molecular Neil Shay en información difundida por la institución académica. Pero, aumentar la cantidad de grasa que se quema, particularmente en el hígado, puede mejorar la función hepática en personas en sobrepeso. 

“Si pudiéramos desarrollar una estrategia dietética para reducir la acumulación de grasa en el hígado utilizando alimentos comunes como las uvas, eso sería una buena noticia”, añadió.

Para complementar los hallazgos, el experimento contó con la colaboración de investigadores de la Universidad de Florida y Nebraska, quienes evaluaron el potencial del ácido élagico en un grupo de ratones sometidos a dos dietas distintas: una normal (con solo un 10 de grasa) y otra con un 60% de grasa, muy parecida a una dieta poco saludable consumida por el ser humano.

A las diez semanas de iniciado el experimento, los roedores del grupo de la dieta poco saludable desarrollaron hígado graso y signos de diabetes. Sin embargo, cuando se le administró el extracto de uva, ambos niveles disminuyeron. Además, al analizar los tejidos de los ratones se observaron mayores niveles de actividad de PPAR-alfa y PPAR-gamma, dos proteínas que funcionan dentro de las células para metabolizar la grasa y el azúcar.

Los autores del trabajo creen que el ácido elágico y otros productos químicos se unen a dichas proteínas haciendo que se encienden los genes que activan el metabolismo de la grasa de la dieta.

Grasa en la dieta

Cuando la gente ingiere más calorías de las que quema, su cuerpo acumula las calorías sobrantes en forma de grasa. De acuerdo con el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre (NHLBI, por sus siglas en inglés), la grasa es un tipo de nutriente y una fuente de energía que ayuda al cuerpo a absorber vitaminas. Además, tiene un papel importante en los niveles de colesterol.

Sin embargo, no todas las grasas son iguales y debería evitar las grasas saturadas como la mantequilla, grasa sólida y grasa de cerdo, las llamadas grasas trans, que se encuentran en las grasas vegetales, ciertas margarinas, galletas saladas y dulces, los bocadillos y otras comidas hechas o fritas con aceites parcialmente hidrogenados.

El NHLBI recomienda reemplazar estas grasas por aceites como el canola, oliva, cártamo y girasol. Consumir demasiada grasa puede contribuir a la obesidad, toda vez que sus calorías se transforman en grasa más fácilmente que los carbohidratos y las proteínas. La grasa puede confundir el apetito de modo que las personas no se dan cuenta cuando está lleno. Algunas grasas también elevan la presión arterial (sanguínea) y su nivel de colesterol total, y pueden aumentar el riesgo de padecer algunos cánceres, enfermedades del corazón y diabetes.

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