La obesidad es común entre los hispanos del país, y está tornándose especialmente grave entre los jóvenes, según una investigación publicada en el Journal of the American Heart Association (JAHA).
Para observar la tendencia de la obesidad en la comunidad hispana, un grupo de investigadores revisaron datos de 16.344 personas en cuatro áreas: el Bronx de Nueva York, Chicago, Miami y San Diego. Todos ellos participaron del Study of Latinos (SOL), un mega estudio sobre la salud hispana del que participan varias agencias federales y centros de salud.
El promedio de edad de los hombres analizados fue de 40 años, y de 41 en el caso de las mujeres. Los de origen mexicano representaron el grupo más grande (cerca del 37%), seguidas de las de origen cubano (20%) y puertorriqueño (16%).
En términos generales, el 18% de las mujeres y el 12% de los hombres mostraron niveles de obesidad que señalan una preocupación especial acerca de riesgos, con un Índice de Masa Corporal de más de 35. Este número surge de calcular el peso por la altura al cuadrado.
Lo también alarmante fue observar que la obesidad extrema, conocida como mórbida, afectaba a uno de cada 20 hombres y a una de cada 10 mujeres de entre 25 y 34 años.
"La obesidad quita cualquier protección contra condiciones como la diabetes o males del corazón. Por eso a los 40, estas personas cargan con riesgos de salud de una persona de 70", sintetizó para HolaDoctor la Dra. Larissa Avilés-Santa, una de las autoras del estudio, de la División de Ciencias Cardiovasculares del Instituto Nacional de Corazón, Pulmón y Sangre.
La obesidad epidémica “no tiene precedente y está empeorando”, afirmó el Dr. Robert Kaplan, otro de los autores del estudio y profesor de Epidemiología y Salud Pública en el Albert Einstein College of Medicine de Nueva York.
“Ya que los adultos jóvenes obesos tiene mayor probabilidad de padecer más enfermedades a medida que envejecen y de tener, además, costos más altos de atención médica, deberíamos invertir fuertemente en la investigación y prevención de la obesidad como si el futuro de nuestra nación dependiera de ello”, agregó.
Para los expertos, la crisis de balanza que sufre la comunidad proviene de la combinación de algunos hábitos alimenticios "de alto riesgo" con la falta de ejercicio físico. "La mayoría, especialmente los cubanos, salan la comida una vez que ya fue servida en la mesa, lo que hace que consuman el doble de sal", enfatizó la Dra. Avilés-Santa resaltando un hábito muy negativo, una alfombra roja para, por ejemplo, la hipertensión.
Las formas de cocción que tienden a la fritura por sobre lo horneado y el sazón extremo tampoco ayudan. La Dra. Avilés-Santa asegura que también se está lesionando la costumbre de consumir productos frescos, lo que empeora el cuadro nutricional.
¿Se puede revertir esta tendencia? El testimonio de la colombiana Paula Chávez, vocera de la campaña Go Red for Women de la Asociación Americana del Corazón es revelador. Y muestra que sí, que conlleva decisiones duras y mucho esfuerzo, pero también que es posible bajar de peso, y llevar una vida más saludable. Miren por ustedes mismos.
