Tracey Belger es una mujer de 45 años de Beds, Inglaterra, que tuvo cuatro hijos que hoy tienen 22, 20 16 y 11 años. Pero además de compañía y horas de juego, la maternidad le dejó algunos cambios físicos que la tenían a maltraer. Su vientre era demasiado prominente, tanto que tenía que usar pantalones de talle 18 para poder contener a su cintura ¡mientras que para las piernas necesitaba unos de talle 8!
Su aspecto le hizo sentir cada vez más acomplejada, empezó a aislarse y dejó de ir a reuniones y fiestas, y si asistía se quedaba recluida en un rincón. Y en cuanto aparecía una cámara de fotos o un teléfono para retratar algún momento especial ¡huía despavorida porque no quería ni aparecer en ellas!
Vivía comparándose con otras mujeres y esto la ponía mal ya que el resultado siempre era desalentador. En agosto de 2014 se animó a someterse a una cirugía estética para remover ese excedente que la hacía infeliz. Pero dos días antes empezó a sentirse atemorizada por el hecho de pasar por una cirugía.
Su esposo Paul, especialista en hipnosis, la ayudó con una terapia en la que trató de llegar a su subconsciente y así pudo llegar relajada y sin miedos a la operación en la que le removieron algo más de 4 libras (2 kg) de grasa. La misma consistió en una abdominoplastía y liposucción bajo anestesia local, y pagó por ella $12,000 dólares.
Pasada la cirugía, en noviembre ya pudo volver a usar pantalones de su talle, y en las cenas navideñas del pasado diciembre de 2014 estaba tan en forma y orgullosa de su nueva figura ¡que hasta le preguntaban si iba a ir al festejo en bikini1
¿Cómo es la liposucción?
La Biblioteca Nacional de Medicina de los Institutos Nacionales de Salud d de EE.UU. explica que este procedimiento consiste en la extracción por succión del exceso de grasa corporal. El procedimiento suele ser practicado por un cirujano plástico utilizando un equipo quirúrgico especial.
Esta práctica elimina los depósitos indeseables de grasa para mejorar la apariencia corporal y pulir los contornos irregulares o deformes. La liposucción puede servir para moldear las áreas por debajo del mentón, el cuello, los pómulos, la parte superior de los brazos, los senos, el abdomen, los glúteos, las caderas, los muslos, las rodillas, las pantorrillas y los tobillos.
Existen distintos tipos de procedimiento para la liposucción: uno que implica inyectar una solución en las áreas a operarse antes de extraer la grasa. El líquido es una mezcla de anestésico local (lidocaína), una droga que contrae los vasos sanguíneos (epinefrina) y una solución salina intravenosa.
Hay otra técnica similar pero que no utiliza tanto líquido durante la cirugía, pues la inyección contiene una cantidad de líquido igual a la cantidad de grasa que se va a extraer. Esta técnica toma menos tiempo, pero a menudo se necesita sedar al paciente por vía intravenosa o suministrarle anestesia general.
Después del procedimiento se aplican vendajes y fajas de compresión para mantener la presión sobre el área y detener cualquier sangrado, al igual que para ayudar a conservar la forma. Por lo general, los vendajes se dejan en su sitio por lo menos 2 semanas y se necesitará compresión durante varias semanas.
