Matt Bradley es un chef de 23 años de Warwickshire, Inglaterra, y pasaba todo el día picoteando en el trabajo, tanto que llegó a pesar 251 libras (114 kg). Su novia Hanna también tenía sobrepeso, y si bien la pareja congeniaba maravillosamente y no tenían problemas entre sí, cada uno lidiaba con dificultades personales a causa de la imagen personal que perjudicaba su autoestima y su confianza.
Pero hace un año y medio Matt decidió que había llegado el momento de cambiar, ya que estaba cansado de comprarse ropa XXL. Y cada vez que veía una foto suya odiaba verse tan gordo, como en una de un casamiento, donde descubrió que tenía una triple papada que lo dejó muy preocupado.
Le propuso a su novia comenzar juntos un plan para bajar de peso, y la pareja buscó ayuda con la empresa Slimming World, donde aprendieron a elegir alimentos más saludables y a planificar los platos al comienzo de cada semana. Así se dieron cuenta de que podían seguir comiendo bien, pero mucho más sano y con la posibilidad de perder peso.
Matt tiene la ventaja de que al ser chef, se las puede ingeniar para preparar sus platos preferidos en versión bajas calorías, por eso suelen comer hamburguesas con papas fritas, que prepara utilizando un spray de bajas calorías ¡pero no se olvida de acompañarlas con una gran fuente de vegetales frescos! De todos modos, una noche a la semana la pareja tiene libertad para comer lo que deseen.
Tras perder las primeras 42 libras (19 kg) el chef empezó a ir a un gimnasio local para hacer actividad aeróbica y llegó a participar en carreras de 10 kilómetros. Pero la mejor experiencia de haber bajado de peso dice que la tuvo cuando su médico no lo reconoció: mientras miraba la pantalla creyó que era otro paciente ¡ya que figuraba en su planilla personal que spesaba 251 libras!
Por su parte Hanna también logró bajar de peso y perdió 42 libras, así pudo llegar delgada al día de su boda y elegir el vestido de su preferencia. La pareja admite estar feliz, y que se sienten con más energía y confianza en sí mismos.
Una encuesta realizada en 2013 para la empresa inglesa Diet Chef, especializada en planes para bajar de peso, reveló que el 60% de las personas suben un promedio de 14 libras (6,35 kg) cuando se sienten cómodas en una relación sentimental. El amor es una de las principales causas que llevan a subir de peso, mucho más que la alimentación emocional, la falta de ejercicio y las vacaciones.
El 30% de las parejas reveló que su principal actividad durante el tiempo libre es quedarse en casa mirando televisión, mientras que el 20% elige salir a comer afuera. Y un estudio de 2013 reveló que las mujeres casadas tienden a subir de peso cuando se sienten conformes con su matrimonio.
Esta investigación fue realizada por la Southern Methodist University entre 169 parejas recién casadas a las que se les hizo un seguimiento durante 4 años. Las mujeres que se sentían felices con su elección habían subido de peso, mientras que las que no lo estaban y planeaban dejar a sus maridos, habían conservado el mismo peso e incluso habían adelgazado.