Un adulto obeso tiene cuatro veces más probabilidad de ser diagnosticado con dislipidemias, en comparación con quienes tienen un peso saludable. La doctora Noemí Santos, Directora Médica de Landsteiner Scientific, explica que las dislipidemias son una serie de afecciones que tienen en común la concentración de grasa (lípidos) en la sangre, que muchas veces pasa desapercibida.
Éstas se clasifican por hipercolesterolemia, hipertrigliceridemia y dislipemia mixta, y son factores de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, En México, registros de los últimos 30 años muestran una creciente y fuerte tendencia al sobrepeso, la obesidad y las dislipidemias.
Según datos de la Encuesta Nacional de Salud (ENSA) del año 2000, la obesidad se relaciona estrechamente con la hipertrigliceridemia en primer lugar, seguida de la hipercolesterolemia. La probabilidad de tener un alto colesterol “malo”(LDL), colesterol “bueno” (HDL) bajo, triglicéridos elevados o cualquier combinación de estas condiciones, resultó ser cuatro veces mayor en adultos obesos que en personas con peso normal. Según la doctora Santos, cuanto mayor sea la obesidad y el sobrepeso en los mexicanos, mayor será la prevalencia de dislipidemias
La hipercolesterolemia fue reconocida em 1988 como un problema de salud, desde entonces se observò que es cada vez más elevada entre la población. Y se lo atribuye al aumento de grasas en la ingesta diaria, combinado con el consumo de bebidas azucaradas y harinas refinadas. La Dra. Santos explica que es necesario modificar el estilo de vida y de alimentación, como optar por una dieta más saludable con menos sal, grasas saturadas, alimentos procesados y azúcar refinada, además de aumentar la actividad física.