Los hallazgos publicados en la revista especializada en gastroenterología y hepatología Gut, refieren que los científicos basaron su investigación en el potencial del propionato, una sustancia que estimula al intestino para liberar las hormonas que actúan sobre el cerebro para reducir el hambre.
El propionato se produce naturalmente cuando la fibra dietética es fermentada por los microbios en el intestino, pero el nuevo ingrediente, llamado inulina-propionato de etilo (IPE), proporcionaría cantidades más elevadas de propionato de las que las personas pueden adquirir con una dieta normal.
Para el estudio, los investigadores dieron a 20 voluntarios el nuevo compuesto o inulina, una fibra dietética, y se les permitió comer tanto como quisieran en un buffet. Los resultados mostraron que quienes recibieron el IPE comieron 14% menos y tenían mayores concentraciones de las hormonas de reducción del apetito en su sangre.
En un segundo estudio, 60 voluntarios con sobrepeso participaron en un ensayo de 24 semanas en las que un grupo recibió el IPE en forma de polvo para añadir a su comida y la otra mitad inulina. Después de 24 semanas, el grupo con IPE tenía menos grasa en el abdomen y el hígado en comparación con el otro grupo y 1 de cada 25 voluntarios había ganado más del 3% de su peso corporal, en comparación con 6 de cada 24 a los que habían dado inulina.
"Sabemos que los adultos ganan entre 0.3 y 0.8 kilos al año en promedio, y hay una necesidad real de nuevas estrategias que puedan prevenirlo", señaló Gary Frost, autor principal del estudio en información difundida por el Imperial College de Londres.
"Este estudio muestra signos alentadores de que complementar la dieta con el ingrediente que hemos desarrollado evita el aumento de peso en personas con sobrepeso. Estamos explorando a qué tipo de alimentos se podría añadir, pero algo así como pan o batidos de fruta podría funcionar bien", precisó.
“Las moléculas como propionato estimulan la liberación de hormonas intestinales que controlan el apetito, pero hay que comer grandes cantidades de fibra para lograr un efecto fuerte. Queríamos encontrar una manera más eficiente para entregar propionato al intestino”, resaltó Frost.
"El propionato puede jugar un papel importante en el control de peso. Estos emocionantes hallazgos pueden abrir por fin nuevas formas de manipular los microbios del intestino para mejorar la salud y prevenir las enfermedades", comentó por su parte Douglas Morrison, investigador de la Universidad de Glasgow.
Los riesgos de ser obeso
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, obesidad significa tener un exceso de grasa en el cuerpo. Se diferencia del sobrepeso, que significa pesar demasiado. El peso puede ser resultado de la masa muscular, los huesos, la grasa y/o el agua en el cuerpo. Ambos términos significan que el peso de una persona es mayor de lo que se considera saludable según su estatura.
La obesidad se presenta con el transcurso del tiempo, cuando se ingieren más calorías que aquellas que consume. El equilibrio entre la ingestión de calorías y las calorías que se pierden es diferente en cada persona. Entre los factores que pudieran inclinar el equilibrio se incluyen la constitución genética, el exceso de comer, el consumo de alimentos ricos en grasas y la falta de actividad física.
Ser obeso aumenta el riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, artritis y ciertos cánceres. Un estilo de vida activo y mucho ejercicio, junto con una alimentación saludable, es la mejor manera de bajar de peso. Incluso una pérdida de peso modesta puede mejorar su salud, retrasar o prevenir algunas de estas enfermedades.
Los estudios recientes han demostrado que la obesidad está relacionada con 112,000 muertes en los Estados Unidos cada año.
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