Los hallazgos publicados en The Journal of Clinical Investigation, refieren que dicha bacteria provoca la segregación en el intestino de un compuesto terapéutico (N-acylphosphatidylethanolamines - NAPE) que impide el aumento de peso, la resistencia a la insulina y otros efectos adversos provocados por una dieta alta en grasas, por lo menos así lo mostró la experimentación en ratones.
Para lograr lo anterior, los investigadores primero buscaron una variedad bacteriana segura que colonizase el intestino humano. Seleccionaron la E. coli Nissle 1917, que ha sido utilizada como tratamiento probiótico para la diarrea desde su descubrimiento hace casi 100 años.
La modificaron genéticamente para hacerla producir un compuesto lípido llamado NAPE, que normalmente es sintetizado en el intestino delgado en respuesta a la comida y que se convierte en N-acylethanolamide (NAE), otro compuesto que ayudar a reducir la ingestión de comida y la ganancia de peso.
Los resultados mostraron que los ratones que recibieron una dieta alta en grasa junto con la bacteria en el agua que bebían durante 8 semanas, acumularon mucha menos grasa corporal, y experimentaron una incidencia mucho menor de resistencia a la insulina y de hígado graso que los ratones del grupo de control, quienes recibieron bacterias intestinales comunes.
Los científicos encontraron que el efecto de la bacteria persistía durante al menos cuatro semanas después de que fue retirada del agua la bacteria. E incluso 12 semanas después, los ratones tratados tenían aún un peso corporal y una grasa corporal mucho más bajos que los ratones del grupo de control. Sin embargo, la bacteria no duraba más allá de seis semanas.
De acuerdo con los autores del estudio, el siguiente paso será pasar con éxito las pruebas con humanos. “Por supuesto, es difícil especular con un ratón sobre los efectos en el ser humano”, comentó Sean Davies, autor principal de la investigación. “Pero esencialmente, hemos prevenido la mayoría de las consecuencias negativas de la obesidad en ratones, incluso cuando se alimentan a base de una dieta alta en grasas“, estableció.
Los riesgos de ser obeso
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, obesidad significa tener un exceso de grasa en el cuerpo. Se diferencia del sobrepeso, que significa pesar demasiado. El peso puede ser resultado de la masa muscular, los huesos, la grasa y/o el agua en el cuerpo. Ambos términos significan que el peso de una persona es mayor de lo que se considera saludable según su estatura.
La obesidad se presenta con el transcurso del tiempo, cuando se ingieren más calorías que aquellas que consume. El equilibrio entre la ingestión de calorías y las calorías que se pierden es diferente en cada persona. Entre los factores que pudieran inclinar el equilibrio se incluyen la constitución genética, el exceso de comer, el consumo de alimentos ricos en grasas y la falta de actividad física.
Ser obeso aumenta el riesgo de padecer diabetes, enfermedades cardiacas, derrames cerebrales, artritis y ciertos cánceres. Un estilo de vida activo y mucho ejercicio, junto con una alimentación saludable, es la mejor manera de bajar de peso. Incluso una pérdida de peso modesta puede mejorar su salud. retrasar o prevenir algunas de estas enfermedades.
Los estudios recientes han demostrado que la obesidad está relacionada con 112,000 muertes en los Estados Unidos cada año.
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