El Dr. José Luis Merino Saldaña, especialista en oftamología y miembro de la Asociación Mexicana de Oftamología Pediátrica, explicó a HolaDoctor el efecto que la exposición a la radiación ultravioleta puede generar a la salud visual y la importancia de cuidar de nuestros ojos de los rayos UV al igual que se hace con la piel.
En el marco del “Día Mundial de la Salud Visual” que se conmemorará el 10 de octubre, refirió que entre un 10 y un 15 por ciento de las cataratas que se presentan en el mundo son debido a la radiación ultravioleta. Con respecto a la retina y especialmente al área macular, el especialista explicó que la radiación UV está asociada como uno de los factores de riesgo de la degeneración macular relacionada a la edad; una de las más importantes causas de ceguera.
Puntos clave
- La exposición al sol puede dar origen a cataratas, conjuntivitis y daños en la retina.
- Los filtros oftálmicos evitan daños a la estructura interna y externa del ojo.
- El 5% de morbilidad relacionada con cataratas se atribuye a la exposición a los rayos UV.
Además, la exposición al sol sin protección también puede causar algunas alteraciones en la superficie ocular como conjutivitis y el síndrome de ojo seco, el cual se incrementa debido a la tasa de evaporación de la película lagrimal, añadió Merino Saldaña.
El especialista resaltó que las gafas de sol no se deben usar por moda sino por salud e indicó que los filtros oftálmicos tienen la finalidad de absorber o desviar la radiación UV visible e invisible y evitar así que llegue hasta las estructuras internas y externas del ojo. “Las gafas de sol constituyen, evidentemente, el elemento ideal para luchar contra las agresiones de los rayos UV”, añadió.
Niños también deben protegerse
“Todas las personas, independientemente de la edad, deben proteger sus ojos de la radiación solar, pero se debe prestar especial atención a los niños, ya que sus ojos no están completamente desarrollados y presentan una mayor vulnerabilidad a la exposición de los rayos ultravioleta”, advirtió Merino Saldaña.
Asimismo, enumeró los tres puntos débiles de los ojos de los niños: el cristalino, que antes de los 10 años deja pasar casi el 75% de los rayos UV; la pupila que es más dilatada que la de los adultos y deja pasar fácilmente la luz y, el fondo de ojo que se va pigmentando con los años y actúa de pantalla protectora.
Comentó que mientras que los adultos usamos lentes de sol para todo, para camuflarnos, para que no se nos vean las ojeras, para ocultar las bolsas, para esconder las patas de gallo y las arrugas o para que nuestros ojos no delaten que hemos pasado una mala noche, los niños no las llevan nunca.
Si vives en Estados Unidos recuerda que bajo la normativa de la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio muchos servicios de atención médica preventiva para adultos y niños serán más asequibles. Los niños podrían obtener cobertura por medio de Medicaid o el Programa de Seguro de Salud de Niños (CHIP, por sus siglas en inglés). Conoce más de estas opciones en el Centro de Seguros Médicos.
Recomendaciones de la OMS
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la radiación ultravioleta en cantidades pequeñas es beneficiosa para la salud y desempeñan una función esencial en la producción de vitamina D, sin embargo, aproximadamente 18 millones de personas en el mundo han quedado ciegas a causa de las cataratas y el 5% de la carga de morbilidad relacionada con las cataratas se atribuye a la exposición a las radiaciones ultravioleta.
Entre las recomendaciones de la OMS para protegerse de los rayos ultravioleta se encuentran:
- Evitar la exposición solar entre las 10:00 am y 4:00 pm, cuando la radiación es más intensa.
- Cuidar los ojos a través del uso de lentes con índice de protección de 99 por ciento a 100 por ciento contra rayos UVA y UVB.
- Usar ropa y accesorios que protejan del Sol, como sombreros de ala ancha y prendas holgadas que cubran la mayor parte de la superficie corporal.
- Buscar la sombra cuando los rayos UV sean más intensos.
- Utilizar cremas con filtro solar de amplio espectro, con Factor de Protección Solar (FPS) igual o superior a 30, cuantas veces sea necesario.
- Proteger a los niños a los riesgos de los rayos UV solares cuando estén al aire libre, por ser más vulnerables.