Un modelo canadiense de 24 años quedó parcialmente ciega después de realizarse un tatuaje ocular, experiencia que la llevó a pensar en el suicidio.
El tatuaje estaba destinado teñir su esclerótica, la parte blanca de su ojo, con una aguja hipodérmica, pero esto salió mal. Ahora, la joven modelo está compartiendo su historia con la esperanza de que otros no cometan el mismo error.
Catt Gallinger contó en un post de Facebook que ella decidió hacerse el tatuaje a mediados de septiembre y desde entonces, lagrimea gotas de color púrpura y su visión podría quedar permanentemente arruinada.
Inmediatamente después del procedimiento, Gallinger supo que algo estaba mal y la llevaron al hospital local. El ojo de la joven inicialmente comenzó a filtrar la tinta púrpura. Tres semanas más tarde, la esclerótica misma comenzó a hincharse y tuvo una hemorragia.
Los médicos administraron gotas antibióticas y ungüentos para contener la hinchazón, disipar la tinta y dilatar la pupila, pero no ayudaron al problema y causaron que el ojo se hinchara y se cerrara por completo.
Los médicos creen que el equipo utilizado para el procedimiento no estaba correctamente esterilizado y por lo tanto pudo haber causado una infección. También informaron a Gallinger que no recuperará completamente la visión e incluso podría perderla por completo.
Los tatuajes oculares pueden provocar ceguera
La técnica para teñir los ojos incluye la inyección de pigmento directamente en el globo ocular, de manera que éste quede bajo la delgada membrana que cubre el ojo.
Una pequeña inyección tiene suficiente tinta para cubrir una cuarta parte del ojo. Se necesitan varias para teñir por completo la esclerótica, la membrana blanca más gruesa, y para que el tatuaje sea permanente.
La Asociación Americana de Optometría condena esta práctica, porque implica el riesgo de infección, inflamación e incluso de ceguera.
Prevención y cuidado
Recientemente la Academia Americana de Pediatría (AAP, por sus siglas en inglés) lanzó una serie de recomendaciones para prevenir los riesgos que pueden estar asociados con los tatuajes y los piercings corporales en adolescentes.
Según la academia, hay "muchos casos" de personas que han desarrollado infecciones con micobacterias no tuberculosas tras hacerse tatuajes, por ejemplo. Esas infecciones pueden ser desde sarpullidos leves en la piel hasta forúnculos graves (una acumulación de pus en el tejido cutáneo) que se tienen que drenar quirúrgicamente.
Los tatuajes también se han vinculado a casos de hepatitis, que se puede transmitir a través de la sangre. Las personas pueden sufrir también una reacción alérgica a los pigmentos de la tinta del tatuaje o a los metales (sobre todo el níquel) usados en los piercings corporales.
Es esencial, según el informe, acudir a un artista de tatuajes con licencia que siga los pasos necesarios para el control de las infecciones: deben usar guantes desechables, y demostrar que están usando una aguja nueva de un recipiente sellado y estéril, además de tinta fresca vertida en un recipiente desechable nuevo.
También hay que asegurarse de tener las vacunas al día y de que no se esté tomando ningún medicamento que afecte a la inmunidad.
