La semana pasada, Serena Williams tuvo que visitar el Centro Médico Cedars-Sinai, en Los Ángeles, debido a un hematoma que le quedó de un tratamiento para una condición más crítica.
Así lo relató su representante Nicole Chabot, a la revista People: “La semana pasada Serena sufrió un embolismo pulmonar (un coágulo de sangre en los pulmones) que fue descubierto luego de su regreso a Los ángeles. Ella había estado en Nueva York en varias citas médicas por sus problemas en el pie”.
Puntos clave
Según agregó Chabot, “los doctores están monitoreado continuamente su situación para evitar complicaciones adicionales”.
La Clínica Mayo explica que la embolia pulmonar ocurre cuando una o más arterias de los pulmones se bloquean. Usualmente estas arterias se bloquean a causa de coágulos que “viajan” a los pulmones desde otras partes del cuerpo, especialmente desde las piernas.
Esta condición que suele surgir como una emergencia puede ocurrir a cualquier edad y en personas saludables. Los síntomas más típicos son dificultad para respirar, dolor en el pecho y tos que puede estar acompañada por un poco de mucosa con sangre.
Se trata de una condición grave que amenaza la vida. Pero el tratamiento inmediato con anticoagulantes reduce drásticamente el riesgo de muerte.
De las piernas a los pulmones
Entre las diferentes causas que provocan una embolia pulmonar, la más frecuente es la presencia de un coágulo en la pierna o trombosis venosa profunda. El coágulo se desprende y viaja por el torrente sanguíneo hasta llegar al pulmón, describe Instituto Nacional del Corazón.
Entre las consecuencias que puede desencadenar, se mencionan:
- Una lesión o daño permanente en el pulmón
- Una reducción del nivel de oxígeno en el flujo sanguíneo
- Lesiones en otros órganos del cuerpo por no recibir suficiente oxígeno
- Si el coágulo es grande, o si existen muchos coágulos, la embolia pulmonar puede provocar la muerte.
Sin embargo, el 50% de las personas que tiene embolia pulmonar no presenta síntomas. Si tiene síntomas, los mismos pueden incluir falta de aire, dolor torácico o tos con sangre. Los síntomas de un coágulo de sangre incluyen calor, inflamación, dolor, sensibilidad y enrojecimiento de la pierna. El objetivo del tratamiento es desprender los coágulos e impedir la formación de coágulos nuevos.