Un nuevo dispositivo inalámbrico podría ser la solución a la obesidad. Hablamos de un pequeño implante que, aunque no usa baterías, sería una nueva y prometedora forma para combatir el sobrepeso a través de pequeños cortocircuitos.
El dispositivo fue desarrollado por ingenieros de la Universidad de Wisconsin-Madison. Su motivación fue la realidad actual: más de 700 millones de adultos y niños en todo el mundo son obesos, según un estudio de 2017 que calificó la creciente cantidad y los problemas de salud relacionados con el peso como una "pandemia creciente".
El dispositivo mide menos de un centímetro y es seguro para usar en el cuerpo al implantarse mediante un procedimiento mínimamente invasivo. Una vez dentro, genera suaves impulsos eléctricos por la agitación natural del estómago y los movimientos llegan al nervio vago, que une el cerebro y el estómago. Esa suave estimulación engaña al cerebro haciéndole creer que el estómago está lleno después de solo unos pocos mordiscos de comida.
En las pruebas de laboratorio, que se practicaron en ratas, el implante las ayudó a perder casi el 40% de su peso corporal. Estos resultados se acaban de publicar en la revista Nature Communications.
"Los pulsos se correlacionan con los movimientos del estómago, mejorando una respuesta natural para ayudar a controlar la ingesta de alimentos", dice Xudong Wang, profesor de ciencia e ingeniería de materiales de la universidad estadounidense.
A diferencia de otros métodos, como el bypass gástrico que altera permanentemente la capacidad del estómago, los efectos del nuevo dispositivo son reversibles: cuando lo retiraron, las ratas del estudio reanudaron sus patrones normales de alimentación y el peso volvió a subir. También hay diferencias con Maestro, otro dispositivo que estimula el nervio vago para perder peso.
Maestro estimula el nervio vago para cerrar toda comunicación entre el cerebro y el estómago y requiere una unidad de control complicada y grandes baterías recargables. El nuevo dispositivo, al no requerir la carga de una batería externa, posee una ventaja significativa, "si se considera el inconveniente que los pacientes experimentan cuando tienen que cargar una batería varias veces a la semana durante una hora o más", explica Luke Funk, profesor en la División de Cirugía Mínimamente Invasiva, Foregut y Bariátrica de UW-Madison.
El dispositivo de Wang no contiene baterías, electrónica ni cableado complicado porque se basa en las ondulaciones de las paredes del estómago para alimentar sus generadores internos. De esta manera solo estimula el nervio vago cuando el estómago se mueve, es decir, responde automáticamente a la función de nuestro cuerpo, produciendo estimulación cuando es necesario.
Wang, quien ya creó nanogeneradores implantables que recolectan energía del corazón y la respiración de las personas y otros dispositivos similares, patentó el nuevo avance a través de la Fundación de Investigación de Alumni de Wisconsin y, junto a su equipo, está avanzando con las pruebas en modelos animales más grandes. Si tienen éxito, vendrían las pruebas en humanos.
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