Según un informe reciente, cada vez más escuelas primarias de Estados Unidos están prohibiendo las bebidas malsanas. Los datos proporcionados revelan que un 33 por ciento de los estudiantes de las escuelas primarias de EU tenían acceso a bebidas azucaradas y leche rica en grasa en 2010-2011, en comparación con 47 por ciento en 2007-2008. Y el año pasado, menos del 12 por ciento podían obtener bebidas azucaradas en la escuela.
"Estamos viendo algunos cambios realmente alentadores en el ambiente escolar", aseguró la coautora del estudio Lindsey Turner, científica investigadora del Instituto de Investigación y Políticas de Salud de la Universidad de Illinois, en Chicago. "Están eliminando las bebidas azucaradas y la leche rica en grasa", señaló. Sin embargo, "todavía hay que avanzar más".
Puntos clave
El Instituto de Medicina, organización independiente que aconseja a los tomadores de decisiones, recomienda que las bebidas ofrecidas en las escuelas, en las cafeterías, máquinas expendedoras o en los almuerzos a la carta, se limiten a agua, jugo 100 por ciento o leche desnatada o al 1 por ciento.
Se espera que restringir las bebidas ricas en calorías ayudará a controlar la epidemia de obesidad del país. En 1980, alrededor del 7 por ciento de los niños estadounidenses de 6 a 11 años eran obesos, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EU. El 2008, casi 20 por ciento de los niños, o sea uno de cada cinco, eran obesos. La obesidad en la niñez predispone a problemas de salud graves a largo plazo, como la diabetes y la enfermedad cardiaca.
La tendencia es positiva, pero "sigue habiendo un tercio de niños que tienen acceso a bebidas no aprobadas", señaló Turner. El informe solo cubre a los estudiantes de primaria pero se espera información sobre las escuelas intermedias y secundarias más adelante este año, aseguró.
Los datos no incluyen las bebidas malsanas que los niños beben en casa o en restaurantes, y otros estudios han hallado que las prohibiciones de bebidas malsanas en la escuela no reducen su consumo total. Los padres deben conocer las políticas de bebidas en las escuelas de sus hijos, aconsejó Turner. Si una escuela sigue proveyendo bebidas malsanas, sugiere hablar con los administradores escolares. Pídales que las eliminen, planteó.
Se espera que el Departamento de Agricultura de EE. UU., que está actualizando sus estándares nutricionales para los alimentos y bebidas disponibles en las escuelas, pronto publique una propuesta.