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Subrogación y discriminación: desafío legal

El 4 de agosto, Pattaramon Chanbua, de 22 años (foto), la joven que alquiló su vientre a una pareja australiana, denunció que tuvo gemelos, pero quienes la habían contratado sólo se quisieron llevar al bebé que no tenía ningún problema de salud.

Pattaramon se hizo cargo y renunció a su empleo para cuidar a Gammy, quien además de síndrome de Down tiene un problema cardíaco congénito y complicaciones respiratorias.

Subrogación y discriminación: desafío legal
Getty Images | Foto: GETTY IMAGES

La joven sólo conoció a la pareja en el momento del nacimiento, y dijo que lo único que sabe de ellos es que viven en Australia occidental. Ella contó a los medios que el matrimonio “nunca miró a Gammy, a pesar de que estaba al lado del bebé que sí se llevaron, y se excusaron de que no podían cuidar de gemelos por ser mayores".

Pero en realidad, se intentaba disimular un grave caso de discriminación. Esta noticia desató un gran rechazo en las redes sociales donde a su vez, se inició una campaña para ayudar a Gammy.

Mientras tanto, las autoridades vigilan de cerca a las parejas con bebés recién nacidos que intentan salir del país, y si hay dudas sobre el origen del nacimiento, les impiden la salida; muchas clínicas que realizaban Fecundación In Vitro (FIV) están cerrando y otras están siendo empujadas a varios cambios.

El negocio de los vientres de alquiler

La mayoría de los contratos de este tipo se hacen a través de agencias o clínicas, y Australia es un gran “cliente” de alquiler de vientres en Tailandia.

En este momento, se están gestando cientos de embarazos en madres tailandesas que han sido contratadas por parejas de Australia, pero la clínica más grande “All FIV” ha cerrado y se cree que podría haber muchas familias en el limbo, sin información sobre sus hijos en gestación.

El secretario del Ministro de Relaciones Exteriores de Tailandia, Sihasak Phuangketkeow, dijo que su objetivo es “asegurarse de que no haya niños abandonados durante el proceso”.

En realidad, se cree que Tailandia se está preparando para poner en vigencia una legislación rápida para prohibir la subrogación comercial, más que nada a las agencias que actúan como intermediarias, y que aceptan beneficios financieros por hacerlo. La publicidad o avisos de las mujeres para actuar como madres sustitutas con fines comerciales, también serían ilegales.

Julie Bishop, de la cancillería de Australia, pidió el sábado al gobierno tailandés que autorice un período de trancisión por "razones humanitarias" antes de la prohibición total, y que se permita a los australianos recibir a los niños que todavía se están gestando en vientres sustitutos.

Por ahora, las leyes de tráfico de personas tienen una pena de hasta 10 años de prisión, y se aplicarán mientras que un nuevo proyecto de ley de maternidad subrogada está en el Parlamento, de acuerdo con las autoridades.

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