Según el último reporte del Programa de Naciones Unidas contra el Sida (ONUSIDA), dado a conocer con motivo del Día Mundial del Sida, que se conmemora cada 1 de diciembre, a nivel global en 2009 hubo 2,6 millones de nuevas infecciones: 500 mil menos que en 1999.
Hasta finales de 2009, indica ONUSIDA, 33,3 millones de personas vivían con VIH/Sida. Y el año pasado hubo 1,8 millones de muertes relacionadas con la enfermedad, cifra que también bajó ya que en 2004 había sido de 2,1 millones.
Puntos clave
“Podemos decir que quebramos la trayectoria de la epidemia”, declaró Paul De Lay, director adjunto del organismo. “Hay menos gente infectada y muere menos gente”, completó.
Los científicos como Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas, aseguran que este giro en la curva de la epidemia se debe a tres factores:
- Algunos cambios de hábitos, especialmente en grupos poblacionales de riesgo;
- Haber logrado impedir la transmisión de madre a hijo a través de medicaciones que se utilizan en el momento del parto;
- Y haber bajado la capacidad de infectar a otros de las personas con VIH gracias a los tratamientos eficaces que disminuyen la carga viral (la cantidad de virus que hay en la sangre).
Pero estas buenas noticias desafortunadamente aún no abarcan a las partes del mundo más castigadas por el VIH. Como el África subsahariana, en donde 22,5 millones de personas viven con el virus.
En Europa del Este, los casos se han quintuplicado en los últimos años, y la principal razón es el uso de drogas intravenosas.
En esta parte del mundo, la epidemia se ha mantenido estable y hasta decreciente. En Centroamérica y Sudamérica se registran 1,4 millones de personas que viven con VIH/Sida.
En Estados Unidos, suman 1,5 millones. Aunque el subregistro sigue siendo un problema de salud pública a superar. Sólo la mitad de los que viven en el país se realizaron una prueba de VIH en 2009, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Y hay cientos de miles que ni siquiera saben que están infectados.
Los expertos continúan enfatizando en que el diagnóstico temprano ayuda a llevar adelante un buen tratamiento y a convertir a la enfermedad en una condición crónica.
El acceso a las drogas es hoy más masivo y económico, además de mucho más práctico: hace dos décadas, un portador debía tomar un promedio de 20 pastillas por día, hoy pueden ser sólo tres.
Hacia 2004, unas 700 mil personas recibían terapias combinadas en países en desarrollo. En 2009, ya son 5,2 millones los que toman estos medicamentos. Pero aún hay más de 10 millones que los necesitan y no los tienen.
El balance entre logros y desafíos es aún crítico. La ciencia lucha todavía por desarrollar una vacuna preventiva, logro que ha sido esquivo, debido a la facilidad que tiene el virus del sida de mutar, cambiar de forma, y escapar del efecto de una vacuna.
Desde lo social, se ha avanzado muchísimo en una comprensión más cabal de la enfermedad, en desterrar mitos, y erradicar el estigma. Sin embargo, hay países en los que todavía la homosexualidad se penaliza con la muerte.