Sarampión: qué deben saber los viajeros

El sarampión sigue siendo una enfermedad común en muchas partes del mundo, incluyendo ciertas zonas de Europa, Asia, el Pacífico y África. En EE.UU., la mayoría de los casos de sarampión son el resultado de viajes internacionales.

La enfermedad ingresa a través de personas no vacunadas que contraen la infección en otros países y contagian el virus a los demás, desatando los brotes en EE.UU., informan los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

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¿Quiénes están en peligro? Cualquier persona que no esté protegida contra el sarampión está en riesgo de contraer la infección cuando viaja a otros países.

Las personas que están vacunadas no tendrán problemas ni siquiera en lugares concurridos como los cruceros, ya que en estos lugares se examina a los pasajeros antes de abordar.

Entonces, la vacuna es la primera medida que las familias deben tomar antes de viajar. “Lo mejor es asegurarse de que las vacunas estén al día. Hacer otra cosa es jugar a la ruleta rusa. No hay ninguna razón para exponer a un niño a una situación de riesgo sin la protección de las vacunas", dijo la doctora Deborah Ann Mulligan, de Nova Southeastern University.

Los CDC aconsejan dar la vacuna del sarampión-paperas-rubéola (MMR) de la siguiente manera: la primera dosis a los 12-15 meses, la segunda dosis a los 4-6 años. Pero para aquéllos que viajan al extranjero recomiendan: los bebés de 6-11 meses de edad necesitan 1 dosis de la vacuna contra el sarampión antes de viajar. Los niños de 12 meses de edad deben recibir 2 dosis antes del viaje.

Nadie sabe cómo comenzó el brote Disneylandia, pero la doctora Anne Schuchat, directora del Centro Nacional de Inmunización y Enfermedades Respiratorias de los CDC, dijo que probablemente se originó por una persona infectada que regresó del extranjero. Y se sabe que la cepa es idéntica a la del sarampión que afecta a Medio Oriente y a Indonesia.

Los peligros del sarampión

Es una enfermedad muy contagiosa causada por un virus, que comienza con fiebre y después produce tos, secreción nasal (moqueo) y enrojecimiento de los ojos.

Luego desencadena en un sarpullido de puntitos rojos que empieza en la cabeza y se extiende al resto del cuerpo. Puede llegar a ser grave en niños pequeños y puede causar neumonía, encefalitis (inflamación del cerebro) y la muerte, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

El virus se propaga por el aire cuando una persona infectada tose o estornuda y es tan contagioso que si alguien tiene la enfermedad, el 90 % de las personas a su alrededor también se infectarán si no cuentan con protección.

El sarampión se puede propagar rápidamente en comunidades donde la gente no se vacuna. Los niños y toda persona que no esté protegida corren riesgo de infectarse, y de cada 1,000 que contraen el virus, uno o dos morirán, por eso es muy importante que tu hijo esté al día con las vacunas, aconsejan los CDC.