El sarampión se está convirtiendo en una gran amenaza. El virus que se erradicó del país en el año 2000, ha vuelto con fuerza.
Hay 94 personas enfermas en 14 estados, 84 de las cuales se registraron sólo en el mes de enero, y el origen es el parque de diversiones Disneylandia, reportaron los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
"No sabemos exactamente cómo comenzó este brote, pero sí pensamos que es probable que una persona infectada con el sarampión vino del extranjero", dijo la doctora Anne Schuchat, de los CDC.
"Suponemos que alguien se infectó con el sarampión en el extranjero, visitó el parque Disneylandia, y transmitió la enfermedad a otros". Y agregó que las pruebas genéticas de este brote arrojan que es similar a las cepas de Indonesia, Qatar, Azerbaiyán y Dubai.
La primera persona que trajo el virus a Disneylandia probablemente se ha ido hace tiempo, señaló Schuchat, y podría incluso no ser consciente de que causó el brote.
El sarampión es de nuevo una preocupación en la salud pública, y no sólo en este país. "Francia ha pasado de unos 40 casos al año a más de 10,000. Y nosotros, sólo en enero, ya hemos tenido más de 84 casos" declaró la funcionaria.
No importa cuál sea la fuente, “los médicos y las enfermeras deben estar a la expectativa de que este virus es altamente infeccioso”, advirtió.
Un virus muy contagioso
Las autoridades de salud de Arizona monitorean de cerca a 1,000 personas, entre ellas 200 niños, que podrían haber estado expuestos al virus del sarampión en el Phoenix Children´s Hospital.
"Estamos instando a todos los profesionales de la salud a pensar que sarampión puede contagiarse durante las visitas médicas", dijo Schuchat. Cualquier persona con fiebre, especialmente si presenta una erupción, debe ser evaluada para ver si tiene este virus, uno de los más contagiosos que se conocen -expresó la experta- con una velocidad de transmisión de 90% entre quienes no están vacunados: cada persona enferma puede infectar a otras 12 a 18 personas.
La mayoría no tenían la vacuna
Schuchat declaró que la razón por la que el sarampión se está extendiendo es simple: la gente ha dejado de recibir la vacuna, dijo. "Este no es un problema de que la vacuna contra el sarampión no funciona. Es un problema de no recibirla. El sarampión puede ser una enfermedad muy grave y la gente necesita ser vacunada" enfatizó.
La mayoría de los estadounidenses están inmunizados, pero algunos no pueden recibir la vacuna por razones médicas -si tienen un sistema inmunitario dañado o comprometido, por ejemplo-. Y los bebés menores de 1 año no están vacunados porque no es aconsejable.
“Pero el mayor problema es la gente se salta las vacunas por razones filosóficas”, dijo Schuchat. "Es frustrante ver que algunas personas han optado por la no vacunación. Creo que tenemos algunas comunidades con muchas personas que no han recibido las vacunas." agregó.
El sarampión es todavía un problema común en todo el mundo: se estima que hay alrededor de 20 millones de casos al año, y más de 145,000 mueren por esta causa. "Por cada 1,000 niños que contraen sarampión, de 1 a 3 mueren a pesar del tratamiento", dijo Schuchat. Y el 28% de los niños que contraen el sarampión, deben ser hospitalizados y pueden sufrir daño cerebral permanente.
La mayoría de los niños que se enfermaron en el brote de Disneylandia no estaban vacunados, dijo Schuchat, pero más adultos de lo habitual también han sido infectados. Por eso, aconseja que "si no está seguro de si alguna vez ha tenido la vacuna contra el sarampión, póngase en contacto con su médico o enfermera".
Schuchat reveló que es imposible predecir qué tan grave puede llegar a ser este brote y cuándo se detendrá la propagación.