Alejado del concepto de instinto materno, el abandono de bebés es una realidad, el destino de miles de recién nacidos, muchos de los cuales mueren porque no se los deja en lugares seguros como hospitales o iglesias.
El tema del abandono de bebés volvió a los titulares por el caso de Rafaelle Sousa, una mujer brasileña de 35 años de Boca Ratón, Florida, quien tiró a su beba recién nacida en un contenedor lleno de basura. Sousa fue arrestada el 8 de mayo. La beba sobrevivió gracias a trabajadores que escucharon su llanto, a pesar que tenía una bolsa de plástico alrededor de su cabecita.
Aunque muchas veces la enfermedad mental y la adicción juegan un rol en el abandono de bebés, la National Safe Haven Alliance (NSHA) explica que simplemente hay muchas madres desesperadas, jóvenes o sin recursos, o ambos, que deciden abandonar al bebé porque tienen miedo de no poder afrontar el enorme compromiso, sentimental y económico, de la maternidad.
Abandonar a un bebé en los Estados Unidos es ilegal. Pero los estados aprobaron leyes para despenalizar esta acción hasta determinado tiempo de vida del recién nacido, en un intento por reducir las muertes producto de dejar a los pequeños en lugares insalubres o a la intemperie.
Esta ley, conocida como Safe Haven (refugio seguro) despenaliza el abandono, si el bebé pasa a manos seguras, en los primeros días de vida.
Texas fue el primer estado en aprobar la ley en 1999, y los otros 49 lo siguieron. Los estados establecieron distintas ventanas de tiempo para renunciar al bebé. Después de esa fecha, se vuelve un crimen grave (felonía).
En Florida, donde ocurrió el caso de Sousa, se puede dejar a un bebé de hasta siete días de nacido en un hospital, centro de urgencias o estación de bomberos.
Desde que se aprobó la primera ley en Texas, fueron abandonados 4,015 bebés en lugares seguros.
Con el tiempo, esta ley trajo otra controversia: desde 2016, algunos estados están desplegando en puntos clave cajas especialmente diseñadas para que se deje al bebé de manera anónima. Cuando la persona coloca al pequeño en la caja, se activa una señal de emergencia que inmediatamente conecta con el 911. Se llega al recién nacido en menos de cinco minutos, y se lo traslada al hospital, en donde se le aplican vacunas y se le realiza el que tal vez sea su primer chequeo médico.
Dejando al bebé en una caja, implícitamente se renuncia a todo derecho de paternidad o maternidad.
Aunque hay muchos lugares seguros en donde dejar a un bebé —hospitales, iglesias, estaciones de policía, departamento de bomberos—, a veces se los encuentra en lugares escalofriantes: plazas públicas en invierno, basureros, inodoros, en el baño de un avión, en una tubería y hasta en un pesebre, en Navidad.
En enero, en Georgia, hallaron el cuerpo de un recién nacido en un contenedor de hielo. | Foto: Troup County Sheriff's Office
Aunque estos espacios son relativamente nuevos en el país, los depositarios de bebés existen desde la Edad Media, cuando se colocaban barriles en hospitales o en las puertas de orfanatos, en donde se podían dejar a los recién nacidos.
"Son un recurso extremo", explicó a BBC Priscilla Pruitt, quien trabaja en la organización Safe Haven Baby Boxes, que promueve el uso de estos depositarios en todo el país. Aseguran que son necesarios para combatir el infanticidio.
Grupos que promueven el derecho de los padres lo ven desde otro ángulo: dicen que estos depositarios empoderan a la madre para que tome sola una decisión extrema.
Aunque eventualmente una prueba de ADN puede reunir a la madre biológica con el hijo, se trata de un acto de renunciamiento del que suele no haber retorno.
Indiana es uno de los estados que ha instalado depositarios de bebés. | Foto: Safe Haven Baby Boxes
En otros países
En Canadá existe una ley similar a la de Safe Haven en los Estados Unidos.
Once países de Europa tienen cajas para depositar bebés no queridos, aunque su eficacia sigue cuestionándose.
En Latinoamérica, abandonar a un bebé es un crimen.
El grupo danés Vive, que investigó la efectividad de este sistema en la comunidad europea para recomendar, o no, establecerlo en Dinamarca, concluyó que en Alemania, en donde los depositarios existen desde el año 2000, no bajaron las muertes de recién nacidos abandonados.
Analistas también cuestionan un sistema en el cual la madre "desaparece" casi de la misma manera que el bebé. Michelle Oberman, profesora de leyes y ética de la Universidad de Santa Clara, en California, considera que esa madre también necesita ayuda.
Al ser un acto anónimo, la persona quizás vuelve a un medio familiar problemático que seguramente es en gran parte responsable por la difícil decisión que tuvo que toma de renunciar a su bebé. En la mayoría de los casos se trata de madres desesperadas, que dan a luz solas, en secreto, y sin una red de apoyo.
Según algunos expertos, los sistemas de adopción legales y tradicionales ofrecen un mayor apoyo no solo al niño sino también a la madre que lo ofrece en adopción.
Las cajas para depositar bebés también traen a la mesa otra controversia: las leyes sobre el aborto. Muchas de las organizaciones que coordinan la instalación de las cajas para colocar a los bebés tienen raíces religiosas, es decir son anti aborto.
La National Safe Haven Alliance tiene una línea de ayuda directa para nuevos padres: 1-888-510-BABY.