Según una investigación reciente, bajar de peso podría ayudar a que los hombres con sobrepeso y baja testosterona aumenten los niveles de la hormona. En el estudio participaron 900 hombres irlandeses de mediana edad con sobrepeso y diabetes, teniendo en cuenta que los hombres con sobrepeso son más propensos a tener niveles bajos de testosterona.
Los hombres fueron asignados a uno de tres tratamientos. A un grupo se le indicó que comieran una dieta con menos grasa y calorías y que hicieran 150 minutos de ejercicio a la semana; un segundo grupo tomó metformina, un fármaco para la diabetes; y el tercer grupo tomó un placebo.
Puntos clave
Entre los hombres del grupo de estilo de vida saludable, la tasa de niveles bajos de testosterona se redujo de 20 a 11 por ciento tras un año. La tasa de testosterona baja no cambió en el grupo del fármaco para la diabetes ni en el del placebo. El estudio fue presentado recientemente en la reunión anual de la Sociedad Endocrina (Endocrine Society) en Houston.
"Los médicos primero deben animar a los hombres con sobrepeso y niveles bajos de testosterona a intentar perder peso mediante dieta y ejercicio, antes de recurrir a la terapia de testosterona para aumentar los niveles de la hormona", señaló en un comunicado de prensa de la sociedad la Dra. Frances Hayes, profesora del Hospital de la Universidad de St. Vincent, en Dublín.
El grupo del estilo de vida sano perdió, en promedio, casi ocho kilos (17 libras). "Perder peso no solo reduce el riesgo de que los hombres prediabéticos avancen a la diabetes, sino que también parece aumentar la producción corporal de testosterona", afirmó Hayes.
Debido a que este estudio se presentó en una reunión médica, sus datos y conclusiones deben ser considerados como preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.
Los expertos también señalan que el estudio halló una asociación entre perder peso y una testosterona más alta, pero no probó que perder peso provocara que los niveles de testosterona aumentaran.