¿Hasta qué edad deben hacerse las mamografías?

Las mujeres que creen que son demasiado mayores como para preocuparse por las mamografías, quizá deban replantearse la edad en la que dejan atrás los años de evaluación del cáncer de mama, sugiere un nuevo estudio.

Según un análisis de casi 7 millones de mamografías a lo largo de un periodo de siete años, "el beneficio continúa con una edad creciente hasta los 90 años", aseguró la autora del estudio, la Dra. Cindy Lee, profesora asistente en residencia de la Universidad de California, en San Francisco.

¿Hasta qué edad deben hacerse las mamografías?
| Foto: SHUTTERSTOCK

La cuestión sobre cuándo dejar de hacerse mamografías se ha debatido mucho. En 2009, el Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. publicó nuevas directrices en que decían que no habían suficientes evidencias como para evaluar el equilibrio entre beneficios y daños de las mamografías en las mujeres de a partir de los 75 años de edad.

Lee y sus colaboradores observaron la edad de las pacientes, los resultados de las mamografías, las tasas de repetición de pruebas, las remisiones a biopsias y los resultados de las biopsias. Los investigadores también observaron el porcentaje de cáncer de mama encontrado cuando se recomendó o realizó una biopsia. Lee explicó que, idealmente, la evaluación debe resultar en una tasa más alta de detección del cáncer y en una tasa baja de pruebas repetidas.

Amplio estudio en 39 estados

En el análisis, que incluyó datos de 39 estados de 2008 a 2014, se encontraron casi cuatro cánceres de mama por cada mil pacientes evaluadas. La tasa de repetición de pruebas fue del 10 por ciento.

"Estamos encontrando más cáncer de mama a unas edades más tardías", dijo Lee, lo que tiene sentido, dado que el riesgo aumenta con la edad. "Estamos haciendo un mejor trabajo con la detección", aseguró. Y "hemos reducido la tasa de repetición de pruebas. Estamos llamando a menos mujeres para pruebas adicionales, pero estamos encontrando más cánceres".

Los autores del estudio concluyeron que "no hay una edad límite clara" para determinar cuándo dejar de evaluar.

Los hallazgos del estudio sugieren que la decisión de evaluar podría depender de la opción personal y el estado de salud de una mujer. Por ejemplo, las mujeres mayores con una esperanza de vida de 10 años podrían optar por seguir con la evaluación, planteó Lee.

El estudio se presentó el lunes en la reunión anual de la Sociedad Radiológica de Norteamérica (Radiological Society of North America) en Chicago. Los estudios presentados en reuniones médicas se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista revisada por profesionales.

Robert Smith, vicepresidente de evaluación de la Sociedad Americana Contra El Cáncer (American Cancer Society) dice que los hallazgos muestran que las mamografías siguen valiendo la pena después de los 70.

"La incidencia de y la mortalidad por el cáncer de mama aumentan a medida que las mujeres envejecen, y aproximadamente un 30 por ciento de las muertes por cáncer de mama ocurren cada año en mujeres diagnosticadas después de los 70 años de edad", apuntó.

Seguir con las pruebas en la madurez

"Muchas de esas muertes son evitables, como demuestran Lee y sus colaboradores en este nuevo informe, dado que las mamografías rinden cada vez mejor a medida que las mujeres envejecen. Aunque la incidencia es alta, la enfermedad crece más lentamente y tiene una densidad más baja, lo que provee una mejor oportunidad para una detección temprana", explicó Smith.

"La conclusión [de los investigadores] de que estos datos no proveen respaldo respecto a una edad en particular para dejar de evaluar es coherente con la directriz sobre la evaluación del cáncer de mama de la Sociedad Americana Contra El Cáncer, que afirma que la decisión sobre continuar la evaluación se debe basar en los valores de la paciente individual, las afecciones [coexistentes], el estado general de salud y la longevidad estimada", anotó.

Pero Smith agregó una salvedad.

"Aunque muchas mujeres mayores dejan de hacerse la evaluación de forma prematura, también ocurre que demasiadas mujeres con afecciones de salud crónica y muy pocos años de vida por delante siguen haciéndose pruebas del cáncer de mama", comentó.

No es probable que esas mujeres se beneficien de seguir haciéndose pruebas para el cáncer de mama, dijo Smith. "Y la detección y el tratamiento del cáncer de mama en una mujer con una longevidad limitada también podría reducir más la calidad de vida de los años que le queden", advirtió.

"La evaluación del cáncer de mama debe continuar siempre y cuando la detección temprana tenga un valor, y debe cesar cuando el beneficio potencial ya no exista", añadió Smith.

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Para más información sobre la evaluación del cáncer de mama en las mujeres mayores, visite Breastcancer.org.

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