Ser médico implica entre otras grandes responsabilidades, el deber de cumplir con guardias médicas de 24 o 36 horas según la institución hospitalaria.
El caso que despertó un gran intercambio de ideas encontradas pero muy ricas sobre la profesión de medicina, generado a partir de una residente dormida en la sala de guardia del día 6 de mayo, es tendencia en las redes, donde bajo el hastag #YoTambienMeDormi aparecen cientos de fotos de médicos durmiendo y miles de comentarios, y los mismos profesionales son quienes dan cuenta de lo agotadoras que son las guardias obligatorias.
El cumplimiento de las guardias, una formalidad instalada en los hospitales, es un tema preocupante para los doctores, quienes según los relatos aparecidos en las redes “desesperan por un minuto de sueño”.
¿Cómo es el régimen de trabajo de un médico en Estados Unidos? Un artículo publicado en New England Journal of Medicine (NEJM) sobre el límite de horas de guardia recomendadas para los residentes por el ACGME (el organismo que acredita la mayoría de los programas de residencia en EE.UU.) y el Institute of Medicine, informa que los médicos deben cumplir: un máximo de 80 horas semanales (promediado en 4 semanas) con un turno único máximo de 30 horas (guardia), asegurarles 5 horas de descanso nocturno ininterrumpido o 16 horas de turno continuado y garantizarles al menos 5 días libres al mes.
En México, las guardias complementarias de los médicos residentes son cada 3 días de lunes a viernes. Los días festivos y fines de semana estas guardias son de 24 horas continuadas.
Por otro lado, los médicos residentes mexicanos están expuestos a jornadas laborales de más de 80 horas a la semana, lo que según las denuncias, genera depresión y ansiedad, síndrome de Burnout, abuso de drogas médicas como analgésicos narcóticos, tranquilizantes, sedantes, anfetaminas, estimulantes, sumado al alto consumo de alcohol.
Otro aspecto no menor es el aumento de errores técnicos, asistenciales y en la interpretación de resultados médicos, llevando a un importante deterioro de la capacidad psicomotriz, según conceptos de la revista médica Medwave.
El esquema de guardias es similar en Argentina, Colombia, Bolivia, Paraguay y casi toda Latinoamérica, donde los residentes deben cubrir guardias semanales que pueden extenderse hasta 36 horas continuadas.
La mala salud de los médicos
Según la página especializada en medicina Intramed, investigadores de la Universidad de Harvard siguieron el desempeño de 20 residentes durante su turno en terapia intensiva y hallaron que aquéllos que trabajaron entre 24 y 30 horas seguidas cometieron un 36% más de errores considerados graves en el cuidado de sus pacientes y equivocaron el diagnóstico hasta 5 veces más que los que trabajaron turnos de hasta 16 horas (autores: Landrigan y Cools, 2004).
Los médicos denuncian en páginas, blogs y numerosos artículos académicos, la necesidad de un cambio en los esquemas de trabajo, donde se denuncia que la privación del sueño es el tendón de Aquiles de la profesión.
“El médico interno comete el doble de errores en la interpretación de electrocardiogramas cuando lo hace después de una guardia de más de 24 horas, si lo comparamos con la forma en que lo hace después de dormir la noche previa” tal es la conclusión de un artículo aparecido en NEJM en 2004 ("Med The intern and sleep loss").
Un médico que no duerme resta calidad a su atención y corre serios riesgos. “Existe abrumadora literatura que indica que la privación del sueño provoca deterioro importante de la capacidad psicomotriz de los médicos tanto en tareas simuladas como en la práctica clínica diaria” expresa el artículo.
Las guardias podrían ser insalubres para quienes definitivamente deben cuidar de la salud. Y después de todo, una pregunta simple podría acabar con toda la polémica, como señala un blog médico que defiende los derechos de la profesión: “¿Confiarías tu vida a un piloto de avión o a un chofer de autobús que ha estado manejando durante las 12 horas previas? El enfermo tiene derecho a ser atendido por personal que esté en su mejor condición física y psíquica” concluye.