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Más estadounidenses jóvenes mueren de insuficiencia cardiaca

JUEVES, 28 de julio de 2022 (HealthDay News) -- Un creciente número de adultos jóvenes estadounidenses están falleciendo de insuficiencia cardiaca, y los afroamericanos son los más afectados, encuentra un nuevo estudio.

La insuficiencia cardiaca es una afección crónica en que el músculo cardiaco no puede bombear la sangre tan bien como debería, lo que conduce a síntomas como fatiga, falta de aliento e hinchazón de las piernas. La afección se puede tratar, pero puede resultar letal si progresa a una etapa grave.

Más estadounidenses jóvenes mueren de insuficiencia cardiaca

Aunque en general la insuficiencia cardiaca se diagnostica en personas mayores, puede atacar a los adultos jóvenes, en particular si tienen factores de riesgo como la obesidad y la diabetes.

En el nuevo estudio, los investigadores encontraron que las muertes por insuficiencia cardiaca entre los estadounidenses menores de 45 años han estado en aumento desde 2012. Esto ha sucedido tras años de permanecer estable o, en algunos momentos, reducirse.

También hubo una clara disparidad racial. Los adultos jóvenes negros tenían de forma constante una tasas de mortalidad tres veces más altas que los estadounidenses blancos e hispanos de su edad.

Los expertos dijeron que los motivos de la creciente carga de la insuficiencia cardiaca no están claros, pero que unas tasas crecientes de obesidad y diabetes podrían tener algo que ver.

En cuanto a la disparidad racial, afirmaron que es preocupante, pero no inesperada. Es bien sabido que la insuficiencia cardiaca afecta a los afroamericanos de forma desproporcionada.

"Esto me resulta alarmante. Hay una llamativa disparidad en las tasas de mortalidad por la insuficiencia cardiaca", comentó el Dr. Nilay Shah, profesor asistente de cardiología de la Universidad del Noroeste, en Chicago.

"Pero, lamentablemente, en realidad no es sorprendente", añadió.

Shah, que no participó en la nueva investigación, estudia las disparidades en la salud cardiaca. En un estudio publicado a principios de año, él y sus colegas encontraron que los afroamericanos más jóvenes tenían un riesgo más alto de enfermedad cardiaca prematura. Y unos factores tanto clínicos (como la hipertensión) como sociales (como unos niveles educativos más bajos y la pobreza) parecían explicar la brecha.

Shah comentó que sospecha que unos factores similares también podrían explicar los hallazgos más recientes.

Afecciones de la salud como la obesidad, la diabetes y la hipertensión son parte de la historia. Pero estos factores de la salud también están "entrelazados" con las disparidades sociales, advirtió Shah, entre ellas las oportunidades educativas y laborales, si las personas pueden permitirse una comida saludable, y si tienen lugares seguros para hacer ejercicio.

El Dr. Muhammad Shahzeb Khan, investigador sénior del nuevo estudio, dijo lo mismo.

Afirmó que, debido al "racismo estructural" en y fuera del sistema de atención de la salud, los adultos jóvenes negros quizá se vean asolados por más factores de riesgo de la insuficiencia cardiaca, y tal vez tengan más dificultades para recibir atención médica y pagar los medicamentos.

Muchas personas más jóvenes quizá ni tengan un médico de atención primaria, lamentó Khan, cardiólogo de la Universidad de Duke en Durham, Carolina del Norte.

Esto significa que quizá pierdan la oportunidad de que la hipertensión y la diabetes se diagnostiquen y traten temprano, y esto podría ser una barrera particular para los afroamericanos jóvenes, advirtió Khan.

Los hallazgos, que aparecen en la edición en línea del 27 de julio de la revista JAMA Cardiology, se basan en información de las actas de defunción de una base de datos de investigación federal.

Entre 1999 y 2019, hubo casi 62,000 muertes relacionadas con la insuficiencia cardiaca entre los estadounidenses de 15 a 44 años. Los hombres conformaron la mayoría (un 62 por ciento).

De 1999 a 2012, la tasa anual de mortalidad por la insuficiencia cardiaca se mantuvo sobre todo constante, en poco más de dos muertes por cada 100,000 personas. Pero tras 2012, las muertes por insuficiencia cardiaca comenzaron a aumentar, y alcanzaron poco más de tres por cada 100,000 en 2019.

"Las cosas no están mejorando, están empeorando", advirtió Shah. "Se trata de un revés bastante llamativo".

Las muertes aumentaron entre los jóvenes negros, hispanos y blancos. Pero, dijo Khan, a lo largo del periodo de 20 años, la mayor carga se observó entre los afroamericanos, que conformaron un 36 por ciento de todas las muertes.

En 2019, su tasa de mortalidad era de casi nueve por cada 100,000, más de tres veces más alta que la de las personas blancas e hispanas de la misma edad.

El estudio también encontró una amplia variación entre los estados. El Suroeste tuvo una de las tasas más altas de muertes por insuficiencia cardiaca, al alcanzar las ocho muertes por cada 100,000 en Mississippi. Esto es en comparación con unas tasas de menos de dos por cada 100,000 en los estados del Noreste.

Tanto Khan como Shah especularon que las políticas estatales sobre Medicaid y otros programas sociales podrían ser uno de los motivos. Por ejemplo, muchos estados del Sureste no ampliaron sus programas de Medicaid bajo la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio (Affordable Care Act).

Dada la complejidad del problema, ambos médicos plantearon que resolverlo conllevará unos amplios esfuerzos de política.

Por su parte, apuntó Shah, los adultos jóvenes deben ser conscientes de que la salud cardiaca se conforma a lo largo de toda la vida, y que no es solo un problema de las personas mayores.

Khan animó a los adultos más jóvenes a acudir a un proveedor de atención primaria para revisiones de rutina de la presión arterial, el colesterol y el azúcar en la sangre. La hipertensión y la diabetes son afecciones "silenciosas", añadió, de forma que es esencial realizar pruebas de forma periódica.

Más información

La Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) ofrece más información sobre la insuficiencia cardiaca.

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Muhammad Shahzeb Khan, MD, MSc, division of cardiology, Duke University School of Medicine, Durham, N.C.; Nilay S. Shah, MD, MPH, assistant professor, cardiology and epidemiology, Northwestern University Feinberg School of Medicine, Chicago; JAMA Cardiology, July 27, 2022, online

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