Mientras las futuras novias recurren a todo tipo de dietas para estar delgadas el día de su boda, Susanne Eman no hace más que consumir calorías para llegar a las 800 libras (362 kilos) que pretende “lucir” cuando estrene el vestido blanco.
Parker Clack, un chef de 35 años, será quien despose a la novia más gorda del mundo. Tras conocerse por Internet, hoy parecen ser una dupla perfecta, ya que a él le gusta cocinar, y a ella le gusta comer. El cocinero admite que le gustan las mujeres grandes, pero se encarga de que ella haga ejercicio a diario para que pueda tonificar sus músculos y mantenerse fuerte para poder soportar tanta carga.
Puntos clave
El refrán dice "Sobre gustos, no hay nada escrito", y a veces hay conductas fetichistas que ponderan el sobrepeso, que logra satisfacer apetencias sexuales poco tradicionales.
La modista Judy Goff está realizando el vestido de novia más grande que se haya visto alguna vez. Se van a utilizar 45 pies (unos 14 metros) de tela y encaje para una silueta cuya cintura medirá 107,5 pulgadas (2,74 metros) el día del festejo. La preocupación de la novia es que el vestido no sea blanco puro, para que las eventuales manchas de comida queden disimuladas.
Susanne vive con sus dos hijos en Casa Grande, Arizona, y anhela alcanzar el record mundial de 1,200 libras (544 kilos) para cuando cumpla 41 años. Para lograr su objetivo, ingiere diariamente 20,000 calorías, pasa ocho horas al mes en el supermercado, donde llena 6 carritos con la comida que le ayudará a lograr su objetivo. A pesar de su tamaño, dice que nunca se ha sentido más saludable y hermosa y cada semana monitorea su presión arterial, además de medir sus niveles de azúcar en forma periódica.
Su médico de cabecera, Patrick Flite, dice que su paciente pone en riesgo su vida con esta conducta. "Está jugando a la ruleta rusa con su vida con el objetivo que se planteó. Existen complicaciones bien documentadas que se derivan de la obesidad mórbida. No alentaría a nadie a hacer lo que Susanne está haciendo", declara.
Records de obesidad
La norteamericana Rosalie Bradford tuvo el record mundial de obesidad con 1,200 libras (544 kilos) y murió en 2006. Anteriormente fue Carol Yager, con el mismo peso, antes de morir en 1994 a los 34 años.
La actual poseedora del “cetro” es la norteamericana Pauline Potter, de 47 años que pesó 643 libras (291,6 kilos) en mayo de 2010. Al respecto, ella explica que el sobrepeso está en sus genes y cuando era niña había super abundancia de comida. Sus padres y hermanas tenían sobrepeso, y la comida era el aliciente para festejar o para hacerla sentir mejor cuando estaba triste.
La Clínica Mayo advierte que las personas obesas son más propensas a desarrollar severos problemas de salud como colesterol alto, diabetes tipo 2, alta presión, depresión, enfermedades cardiovasculares, accidentes cerebro-vasculares, cáncer, apneas del sueño, disfunción eréctil, problemas ginecológicos, enfermedades hepáticas y problemas en la piel.
La calidad de vida también se ve seriamente afectada ya que se limitan las actividades, se restringe el acceso a lugares públicos y se puede llegar a sufrir discriminación. Otros problemas relacionados con la obesidad que enumera la Clínica Mayo son: discapacidad, problemas sexuales, incomodidad física, vergüenza y aislamiento social.
Imagen: Susanne Eman