Seguir una dieta mediterránea que incluya una gran cantidad de pescado y vegetales, y pocos alimentos de origen animal, alargaría la esperanza de vida de la gente, según cuatro estudios llevados a cabo por la Academia Sahlgrenska, en Suecia.
"Una dieta mediterránea elevaría en un 20% la oportunidad de tener una vida más larga, además de reducir el riesgo de diversas enfermedades", asegura el Dr. Gianluca Tognon, de la Academia Sahlgrenska.
Los estudios se dedicaron a analizar diversos grupos poblacionales del norte de Europa: se observaron ancianos, adultos de mediana edad y niños.
Para el Dr. Tagnon, la amplitud de estos estudios es muy útil, y permite concluir que "La dieta mediterránea estaría vinculada con una mejor salud, además de una vida más larga, tanto en los ancianos, como en los jóvenes y en los niños, ya no quedan dudas sobre ello".
La dieta mediterránea se caracteriza por un gran consumo de vegetales, legumbres, frutas, nueces y semillas, así como cantidades generosas de cereales integrales, aceite de oliva y pescado; la carne y los productos lácteos, aunque pueden consumirse con frecuencia, tienen que ser tomados con moderación. Otro elemento importante es el vino, el cual, se bebería con regularidad, pero moderadamente.
Debido a esto, los investigadores consideran que los beneficios de esta alimentación se obtienen gracias a una interacción compleja de todos sus elementos, más que a un solo alimento o grupo de alimentos.