Un grupo de científicos de todo el mundo se unieron para realizar un estudio, recientemente publicado, que ayuda a comprender mejor porqué la fructosa produce obesidad y síndrome metabólico.
En este estudio, que se realizó en animales de laboratorio, los investigadores encontraron que la fructosa puede ser metabolizada por una enzima de dos formas diferentes.
La primera parece ser la responsable de que la fructosa cause hígado graso, obesidad y resistencia a la insulina. La otra forma podría proteger a los animales de desarrollar estas reacciones en respuesta al azúcar.
Estos estudios podrían aportar importantes contribuciones en la causa de la condición prediabética, conocida como “síndrome metabólico”, que comúnmente afecta a más de un cuarto de los adultos en los Estados Unidos.
El estudio “Oponiendo efectos de los isoformos de la fructokinase C y A en el síndrome metabólico inducido por fructosa en ratones”, fue difundido el 27 de Febrero en la publicación “Procedimientos de la Academia Nacional de Ciencias”.
El Dr. Richard Johnson, autor del estudio y Director de la División de Enfermedades renales e Hipertensión de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, expresó que estos hallazgos son significativos debido a que ahora se puede tener un mejor conocimiento de cómo la fructosa causa obesidad y otras enfermedades.
“Estos estudios proporcionan nuevos puntos de vista en cómo la fructosa puede contribuir al desarrollo de la obesidad y la diabetes”, comentó Johnson. “En particular, fue sorprendente la identificación de los roles contrastantes de dos enzimas que están involucradas en el metabolismo de la fructosa y que podrían ser importantes para entender porqué algunos individuos son más sensibles a los efectos metabólicos que otros”.
Estudios anteriores habían mostrado que la ingesta de fructosa en azúcar agregada, tales como sucrosa o maple de maíz con alto contenido de fructosa es vinculada fuertemente con un aumento epidémico de la obesidad y la enfermedad del hígado graso no-alcohólico.
Según explica la experta Jennifer K. Nelson, de la Clínica Mayo, “el maple de maíz con alto contenido de fructosa” se ha convertido en un ingrediente muy popular en las gaseosas y las bebidas frutales saborizadas.
“De hecho, es uno de los edulcorantes agregados más comunes en bebidas y comidas. Teniendo esto en cuenta, algunas personas están preocupadas de los posibles efectos adversos en la salud”.
La recomendación de la Asociación Americana del Corazón establece que una mujer no debería consumir más de 100 calorías diarias de azúcar agregado de cualquier tipo; mientras que los hombres no deberían pasar el límite de 150 calorías de azúcar agregada.