La técnica de arrancar algunos pelos puede actuar como estímulo y hacer que empiecen a crecer donde antes estaban ausentes, y que los demás se vuelvan más fuertes.
El estudio que llegó a esta conclusión, apareció en la revista Cell y se basa en una técnica de microbiología llamada detección de quórum, un proceso de estímulo y respuesta en relación con la densidad del cabello.
Los científicos encontraron que -en ratones de laboratorio- el simple hecho de quitar varios pelos dentro de un parche específico, hizo que los folículos pilosos se regeneraran y comenzaran a activarse de nuevo.
"El trabajo lleva a posibles nuevos objetivos para el tratamiento de la alopecia, una forma de pérdida de cabello" dijo el Dr. Cheng-Ming Chuong, profesor de la Escuela de Medicina Keck de la USC, en un comunicado.
La investigación sobre la detección de quórum para determinar la posibilidad de crecimiento del cabello en zonas calvas, comenzó hace 2 años, cuando Chih-Chiang Chen, un dermatólogo, compartió la idea de que el daño de un folículo piloso afectaba a los folículos en los alrededores, impidiendo que nazca cabello nuevo, y fue entonces cuando los científicos de la USC empezaron a investigar el tema.
La alopecia androgenética, más conocida como la calvicie de patrón masculino, representa alrededor del 95% de los casos de pérdida de cabello en EE.UU.
Según The American Hair Loss Association, alrededor de dos tercios de los hombres padecerán algún grado de pérdida de cabello a los 35 años, y el 85% experimentará adelgazamiento significativo a partir de los 50 años. No existe actualmente una cura para este problema, de ahí que este descubrimiento tenga una vital importancia.