Un estudio de la Universidad de Carolina del Norte, en Chapel Hill, sobre la salud de los adolescentes estadounidenses entre 1995 y 2009, halló que un número llamativo de mujeres que reportaron ser vírgenes, estaban o estuvieron embarazadas.
Sobre 8,000 mujeres entrevistadas de forma confidencial durante 14 años, 5,340 mujeres reportaron un embarazo, y el 0,8% de ellas informaron ser vírgenes. Sin embargo, no habían utilizado técnicas de reproducción asistida que podrían inducir artificialmente el embarazo.
"Nuestro primer pensamiento fue que habíamos cometido un error de programación” dijo Amy Herring, una de las autoras del estudio, que fue publicado en British Medical Journal.
Pero los datos eran reales: las participantes indicaron la fecha de su primera relación sexual y la fecha de su embarazo de una manera explícita que certificaba que habían dado a luz antes de haber tenido relaciones sexuales.
Luego, los investigadores decidieron buscar los factores que habrían intervenido en este patrón de comportamiento. Y encontraton que la mayoría de las mujeres (30%) que siendo vírgenes quedaron embarazadas, habían firmado promesas de castidad,
mientras que la tasa era del 15% entre las que no hicieron promesas.
Los científicos también encontraron que los padres de las mujeres que dieron a luz siendo vírgenes, eran más propensos a tener poca comunicación con sus hijos sobre el sexo y el control de la natalidad.
El nacimiento virginal tiene un sentido muy especial para la religión católica, que sostiene la creencia de que Jesús de Nazaret nació de una virgen, María. También incluye el entendimiento de que su esposo, José, no tuvo relaciones con ella durante el embarazo, según el Evangelio de Mateo.