Un vuelo de Air Canadá en viaje a Tokio del día 10 de mayo y una mujer, Ada, de 23 años, se están haciendo especialmente famosos. Ni hablar de la gran historia de vida que tendrá para contar la pequeña Chloe, quien nació en un avión a 37,000 pies de altura.
Ada, quien vive en British Columbia, Canadá, iba de vacaciones a Tokio, Japón, con su novio Wes Branch y a bordo comenzó a quejarse de dolores abdominales; le dieron un calmante pero siguió descompuesta. Ella nunca imaginó lo que sucedería después.
"Sólo pensaba que tenía un dolor de estómago, calambres, úlcera, o algo así" dijo el novio de Guan, a Global News de Canadá. "Su vientre no había crecido" agregó.
Como los dolores de Guan no cesaban, la tripulación llamó a uno de los tres médicos que se encontraban a bordo. Y al asistirla, vieron que un bebé ya venía en camino, fue todo muy rápido.
"Ella me dijo, 'algo cayó de mí'. Alcé sus pantalones y vi una cabeza y luego escuché…’buahhh’ . Y pensé, oh Dios mío, creo que tenemos un niño!" declaró el sorprendido novio.
Así, una pequeña maravilla hizo su arribo al mundo en el día de las madres y en un asiento de avión, una bebé sana de 37 semanas a la que llamaron Chloe.
"Esto que acaba de pasar es completamente inesperado", dijo Branch a los periodistas japoneses, que estaban esperándolo en el aeropuerto de Tokio para entrevistar a la nueva familia. Sosteniendo a su bebé envuelto, el flamante padre saludó a la multitud.
Por su parte, Air Canadá publicó en Twitter un saludo especial a la pareja que se ha transformado en familia a bordo de uno de sus aviones.
¿Cómo Guan y Wes ignoraban el embarazo? Mientras que ella había ganado peso últimamente, una prueba de embarazo había dado negativo. Y aunque hace unas semanas Guan visitó al médico, él tampoco detectó el embarazo.
Embarazos "sorpresa"
Se han reportado varios casos como éste, donde las mujeres desconocen su estado y recién se dan cuenta que estaban encinta, al momento del nacimiento de su hijo.
Según un estudio reciente publicado en British Medical Journal, se estima que esta situación se da en 1 de cada 3,000 nacimientos.
Puede suceder por una especie de negación, algo que en medicina se llama "embarazo críptico", donde la mujer fue abusada, es adicta de las drogas o está pasando por un momento traumático de odio hacia el padre del bebé.
Pero también puede obedecer a otros factores. "Se supone que la prueba de embarazo puede detectar una hormona en la orina, pero si la orina está muy diluida porque recientemente la mujer bebió mucha agua, podría reflejar un resultado erróneo", dijo el Dr. Gil Weiss, de Northwestern University al medio Global News.
Otra explicación tiene que ver con el ciclo irregular de muchas mujeres. "Si tiene períodos anormales y el ciclo desaparece durante meses, ella no va a alarmarse y asumir que está embarazada", agregó el experto.