La Endocrine Society declaró hoy en una reunión con la FDA que se debe discutir cuál es el hombre que necesita la terapia de reemplazo de testosterona y también evaluar el potencial de los riesgos cardiovasculares asociados con su uso.
Aunque el uso de testosterona ha aumentado considerablemente entre los hombres de edad avanzada en la última década -que se estima en los 2 millones de usuarios según un estudio aparecido en JAMA- la sociedad dijo a la FDA que la terapia de testosterona se debe limitar a los hombres que padecen de hipogonadismo, una condición médica seria que provoca disfunción eréctil y disminución de la líbido.
“La testosterona es una hormona sexual masculina clave en el mantenimiento del deseo sexual, la producción de esperma y la salud ósea. Dado que los niveles de testosterona tienden a disminuir naturalmente a medida que los hombres envejecen, los niveles bajos de esta hormona no necesariamente significan que una persona tiene hipogonadismo, una condición que resulta de la deficiencia de testosterona” expresa un comunicado de la Endrocrine Society.
La sociedad de Endocrinología recomienda también que “se recojan más datos en hombres de diferentes edades para establecer mejor los umbrales de testosterona existentes, evaluar los síntomas y signos relacionados con determinados órganos, y que se determine qué manifestaciones clínicas se benefician con la terapia de reemplazo de testosterona" señaló el Dr. Ronald Swerdloff.
Los expertos recomiendan además realizar un estudio a gran escala y bien controlado para evaluar los riesgos cardiovasculares y de próstata asociados a largo plazo con el tratamiento de reemplazo de testosterona.
¿Se debe regular el uso de la testosterona?
Es probable que la FDA tome en cuenta el consejo de los expertos e intervenga regulando a la industria multimillonaria de la testosterona. Si la agencia interviene, podría haber una importante caída de ventas y también se podría limitar la cobertura de la droga por parte de las compañías de seguros, según los expertos.
Lo que alarma a los expertos es el uso cada vez más común de testosterona en hombres que sólo presentan los síntomas normales del envejecimiento.
"La idea es tratar de frenar la publicidad inapropiada y el uso de estos medicamentos", dijo el Dr. Michael Domanski, del Mount Sinai School of Medicine, uno de los 20 miembros del panel de expertos que votaron a favor de cambiar el etiquetado de la droga.
El uso de la testosterona se ha cuadruplicado desde la década de 2,000 entre los hombres desde los 40 años, impulsada en parte por la comercialización que sugiere que los fármacos son una solución para la falta de energía, la disminución de la libido y otros males, muchos de ellos relacionados con el envejecimiento. En el año 2011, casi uno de cada 25 hombres de 60 años estaba tomando testosterona. En 2013, 2,3 millones de estadounidenses estaban siendo tratados con la terapia de testosterona, expresaron los expertos en la reunión.
También difundieron otros datos impactantes: entre una cuarta a quinta parte de los hombres que están prescriptos con testosterona no se han sometido a una prueba de su nivel de la hormona. Además, el 60% de las prescripciones son realizadas por médicos de atención primaria y sólo en el 20% de los casos están recetadas por especialistas como endocrinólogos y urólogos.
A principios de año, la FDA estuvo reevaluando la seguridad de los productos con testosterona y enviando cartas de advertencia a algunas compañías farmacéuticas por mensajes engañosos en la etiquetas y expresó que investigaría las tasas de accidente cerebrovascular (ACV), ataque cardíaco y muerte en los hombres que utilizan esta droga.